ENTRE LÍNEAS
Táctica y estrategia
NADA en el galope a coces de la actual oposición puede sorprender a nadie, cuando se ha convertido en pura rutina mediática. Tampoco, por lo tanto, debería sorprender el absurdo anuncio de promover un referéndum «de todos los españoles» a propósito del nuevo Estatut de Autonomía catalán. Enseguida, claro, se rectificó, para convertir la iniciativa en una proposición no de ley instando al Gobierno a convocar un plebiscito semejante. Los políticos en general suelen comportarse de esta manera casi siempre, pero el papel de incendiarios y luego bomberos bate día tras día, ahora mismo, todos los récords. La cabeza visible de estos despropósitos que huelen a naftalina nos hacen reconocerla con mucho trabajo, como si al respirar los aires mesetarios se obrase una mutación, al sentirse constantemente flanqueado por su pareja de seguridad. Menos mal que, a los ojos de una España bastante europea al cabo de los siglos, asoman entre bastidores del conservadurismo personas como Josep Piqué o Alberto Ruiz Gallardón, por hablar sólo de algunos de los más notorios. Describíamos al principio de estas líneas la táctica opositora, pero ¿y la estrategia? Lástima que no haya elecciones a la vista. ¿Qué mejor referéndum?