Algo habrá que hacer
En mi opinión, el Estado no debe disminuir la aportación a la Iglesia ni cobrarle el IVA. a) A la Iglesia pertenecen la mayoría de los ciudadanos españoles, con más fieles que afiliados tiene cualquiera de los partidos políticos, que tampoco pagan y cobran. b) El Estado mantiene una gran deuda histórica con la Iglesia, que no hay que olvidar, debido a las fincas, edificios y obras de arte con las que se quedó por las desamortizaciones decimonónicas, obligándose entonces el Estado español, en negociación con la Santa Sede, a una retribución económica a cambio. c) La Iglesia realiza en España, y fuera de ella, una acción social extraordinaria, cuyo beneficio recae sobre gran parte de los ciudadanos de aquí y de pobres de países no desarrollados. d) La obra educativa de la Iglesia en España, contribuye decididamente a nuestro progreso, con importante ahorro para el Estado, y sus obras del mismo género en el extranjero ayudan al desarrollo y bienestar de los pueblos. e) La acción religiosa y social de las parroquias, es argamasa que une a personas de un mismo barrio, contribuyendo a hacer más humana y agradable la vida de muchos emigrantes y de ciudadanos que llegan de otros pueblos y ciudades. La aportación del Estado a la Iglesia, debe subir de modo sensible y olvidarse de las migajas cicateras del IRPF, que es lo que le dan. Hoy, la Iglesia se financia gracias a los donativos de los fieles y a sus fundaciones. En los años treinta mataron, literalmente hablando, a diez mil católicos (entre curas y fieles laicos) por odio a la fe. ¿No están buscando hoy, provocar la asfixia de la Iglesia con nuevas tácticas, menos tétricas e impopulares? María Fernández Vicente . (Valladolid). A través de este medio de comunicación y después de haber sido intervenido quirúrgicamente en la obra hospitalaria Nuestra Señora de Regla en León deseo expresar mi profundo agradecimiento al personal de la misma, doctor Hernández Cortés, anestesistas, y personal sanitario; así como al personal de servicio y limpieza, por el trato cordial y exquisito realizado hacia mi persona, como consecuencia de dicha intervención. A. Caballero (León). Albano (León).