Cuenta de resultados

SE DICE que cuando Josep Plá, disfrazado de palurdo ampurdanés, visitó por vez primera Nueva York y vio la gran ciudad, llena de coches y de anuncios luminosos, preguntó: -¿Y todo esto, quién lo paga? Ahora Maragall, que tiene claro quiénes van a pagar el Estatuto, está sólo intrigado por el cobro. Según sus cálculos, serán más de 3.000 millones de euros al año los ingresos extra que logrará Cataluña con el nuevo sistema de financiación. Otros, como el diputado de CiU Frances Homs, lo cifran en 5.128 millones. «Es una frivolidad dar cantidades de este tamaño», dice el consejero de Economía, Antonio Castells. Tampoco el vicepresidente Pedro Solbes es partidario de realizar estos cálculos. La cuenta de resultados se hará más tarde, cuando se evalúen los ingresos extra por los ingresos de IRPF, IVA e Impuestos Especiales. Llamó Cervantes a Barcelona «archivo de cortesía», pero también gusta archivar otras cosas, en especial papel moneda. Se les van a juntar con los llamados papeles de la discordia. Quinientas cajas con documentos de la Guerra Civil viajaron de noche por motivos de seguridad y entraron en el Archivo Nacional de Cataluña por la puerta de atrás. «Ya soc aquí», que dijo Tarradellas. Los papeles de Salamanca han cambiado de nacionalidad y el que quiera saber que vaya a Barcelona. Se completa así el puzzle de la guerra, cuyas piezas siguen ahorrando sangre, con estos legajos incautados que se habían hecho a vivir en otro sitio, pero regresan porque están de moda las reivindicaciones. Las justas y las menos justas. Mucho papeleo. Y alguna duda sobre el papel de España.