Cambio de horario

EL PRESIDENTE del Congreso, Manuel Marín, que es el político español que menos motivos tiene para quejarse de su sueldo, propone un «plan Concilia» para los diputados. Básicamente consiste en que sus señorías abandonen la cama, cada uno la suya, se entiende, poco después de conciliar el sueño. La oferta, que muchos estimarán poco sugestiva, plagia horarios europeos y establece que las comisiones deben comenzar a las ocho, cuando en invierno el cielo sigue de luto. Para acabar de arreglarlo, los plenos empezarán a las once, la comida será ligera, ya que sólo dispondrán de una hora y por la tarde se reanudará la actividad laboral a las tres y se acabará a las seis. Con elnuevo horario les quedará mucho tiempo libre a los padres de la patria y demás parientes, pero pocas ganas de aprovecharlo. Decía Julio Camba que el sueño es la cosa más agradable del mundo y es una lástima que, nada más cogerlo, nos quedemos dormidos. A cierta edad cuesta bastante cogerlo y soltarlo. Este servidor de ustedes confiesa que durante toda su vida ha hecho a disgusto dos cosas: levantarse y acostarse. Es del linaje de los búhos y no de las alondras y eso no se escoge, ya que depende del reloj biológico y éste a su vez de la tensión arterial, que por cierto es la única tensión que hay que tener si se quiere dormir bien y ensayar la que será la más duradera de las posturas. Como se sabe, un negocio que no dé para levantarse después de las once ni es negocio ni es nada, pero hay que tener en cuenta que la Cámara Baja no es el sitio más adecuado para hacer negocios. Si el plan cuaja, algunos diputados se pasarán las sesiones dando cabezadas. Al margen del peso de sus cabezas.