AQUÍ TE ESPERO
Pavimentos y preguntas
PASEANDO por la calle Pablo Flórez, a donde me han llevado mis pasos tantos años (primero por estudios y luego por el periódico) comprobé que su pavimento es el de siempre. El mismo de cuando era pequeña e iba a Ponce. Es de las pocas calles que quedan en León con aquel pavimento de piedra bien pulimentada y unida por una argamasa blanco-amarillenta que le ha dado secular consistencia. Sólo tiene desconchones donde la mano humana agujereó y cubrió después con alquitrán, dejando bultos en su uniforme superficie. Contrasta su firmeza con la del nuevo pavimento que tiene esa calle en la parte más próxima a la Catedral, con baldosas rotas, que se mueven por no estar rellenas sus juntas ... Y cuando veo esto me pregunto cómo es posible que lo otro dure muchas décadas y lo nuevo no llegará a una. Y también me pregunto por qué cuando paseo por las zonas peatonales de cualquier otra ciudad o pueblo español (no voy a hace comparaciones con otros lugares de Europa) sus pavimentaciones no tienen esos defectos. Digo yo que no todos los malos colocadores de baldosas estarán en León. O tal vez sea que en otras ciudades se controla la colocación y las empresas no van a engañar, porque no cuela. A finales del pasado año se asfaltaron varias calles. En algunas (léase Álvaro López Núñez) tardaron más en pintar la señalización horizontal que en salir los baches. No es de recibo que dos meses después ya tenga grandes desconchones. ¿Quién es el responsable de que esté así? ¿Va a asfaltar la misma empresa las próximas calles?