Ante el posible fin de ETA

AL PRESIDENTE nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, le preparon con esmero su visita a León. La eecutiva de esta provincia y la de la región, trabajaron «full time» para que su líder se lucieran en la patria chica del presidente del Gobierno. Movilizaron a los militantes leoneses y de oras provincias de ola Comunidad.Y, sí, lo lograron. Consiguieron los efectos efectos pretendidos. Sin embargo, Mariano Rajoy pasó el viernes pr León, no hizo ninguna variación en el discurso de los últimos tiempos y ni siquiera reconoció la delicada situación orgánica por la que artraviesa su partido en nuetra provincia. Pero la noticia del dia estaba en Madrid, donde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero explicó públicamente, en rueda de prensa tras la sesión del Consejo de Ministros, y de forma solemne, que podemos encontrarnos ante el «principio del fin de ETA», algo que resulta importantísimo para el conjunto de la sociedad española y para el preside nte del Gobierno. ETA existe desde hace más de 45 años. Y sus peores y atroces atentados los ha llevado a cabo durante los 28 años de democracia. Siempre con la más obsesiva intención: desestabilizar. Ese ha sido, y no otro, el criminal factor en estos años, con más de novecientas víctimas mortales. No existe duda alguna -al menos yo no la tengo- que ETA ha fracasado en sus objetivos y es el último grupo terrorista de Europa, tras el acuerdo del Ira con el Gobierno británico. No obstante, y a pesar de las continuas detenciones , tanto en Francia como en España, aún le queda capacidad para hacer daño, mucho daño.Todos los españoles respiraremos tranquilos y se abrirá una nueva etapa en la vida de estre país el día que ETA abandone dedfinitivamente la violencia. Y en esas, en cumplir el objetivo, está enfrascado el presidente del Gobierno cumpliendo con la más elemental de sus obligaciones. El viernes en Moncloa, además de hacer un llamamiento al Parrido Popular para pedirles su colaboración en la posible tarea, que será difícil, dura y compleja, reconoció que no tiene confianza en Mriano Rajoy para compartir con él información, y mucho menos, estrategia antiterrorista. Desde Ferraz los socialistas están convencidos de que la deriva del actual equipo dirigente del PP, con Mariano Rajoy y Ángel Acebes en la cúpula máxima, dos ex ministros de Interior, le lleva a intentar reventar la mínima posibilidad para conseguir este fin. Y que si no coincide impedir ese resultado, se aplica ya de antemano a desacreditarlo, a presentarlo como una claudicación ante el grupo terrorista, a pagar un precio político y que es como una traición a la víctimas. Sin embargo, si fuera cierto que existen elementos para el optimismo y la esperanza; si estamos ante lo que puede, lo que puede, repetido y masticado el presidente dos veces seguidas, ser el fin de ETA, debe trabajarse por ello. Eso sí: con toda la prudencia, sin baj ar la guardia en la lucha policial y judicial diaria y, por supuesto, con la discreción que exige la eficacia. Si se consigue el objetivo, será celebrado por la inmensa mayoría de los españoles. Y si no se consiguiera, por lo menos se habría intentado desde el terreno de un Gobierno democrático y dentro de la Constitución. Ese es el camino, y no un debate en televisión.