Diario de León

EL BALCÓN DEL PUEBLO

Aleluyas fúnebres

Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

Creado:

Actualizado:

«SOY CATÓLICO convencido. Y practicante. Pero a mí hay algunos obispos que me traen a mal traer». La declaración no es mía. La hizo quien fuera gobernador militar con mando en León, general Manuel Alonso Cabezas. Murió en accidente de tráfico en una carretera de Asturias a los pocos meses de pasar a la reserva. El general Alonso Cabezas se desahogó con amargura tras sufrir el desprecio del obispo Luis María Larrea y Legarreta en su toma de posesión como pastor de la diócesis leonesa. No nombró en su discurso a los militares y éstos abandonaron la solemnidad en la Catedral. Hago esta especie de revival de la memoria al leer las manifestaciones del obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, quien considera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puede ser comparado con el emperador romano Calígula por apoyar las uniones legales entre personas del mismo sexo. Hace muy pocos días se exhibió en televisión -no recuerdo en qué cadena- la película Calígula. Es una de las más escandalosas de la historia del cine. Pero no era necesaria la película para que todos sepamos quién era el emperador y su caballo «Incitatus», al que nombró senador. Monseñor Algora podrá saberse al dedillo la biografía de Calígula. Al que no conoce de nada es al presidente del Gobierno. Y aún más grave: parece no admitir que España es un país aconfesional. Califica de «suicida» la actitud del Gobierno por sacar adelante las leyes que permiten las bodas civiles entre homosexuales y la reforma educativa. Es un aviso al poder civil. Más o menos, de este tenor: nos encontraréis. Los púlpitos todavía son santuarios de manipulación e influencia. Acostumbrados al terciopelo de los privilegios, no están dispuestos a quedarse con el esparto. Esta probado que cada cual puede decir las majaderías que le dé la gana. Bueno, todos no; todos, menos los militares. Para eso hemos puesto los ciudadanos las armas en su mano. Pero los obispos sí pueden predicar la bazofia. El sermón en forma de entrevista de monseñor Algora es una idiocia antológica. Con sus declaraciones podría encargar a algún excéntrico adaptador teatral la obra y estrenarla en el Corral de Comedias durante el Festival de Almagro, pueblo de su jurisdicción. No hay ni una sola línea, o muy pocas, de la entrevista publicada por el diario El Día de Ciudad Real con monseñor Antonio Algora que invite al aleluya. Como tampoco las hay en el artículo rubricado por el sacerdote jubilado y catedrático de Teología, Gonzalo Gironés, en la hoja parroquial Aleluya de Valencia. Es una apología a la violencia de género. Ofende a la doctrina cristiana y embetuna el magisterio de la Iglesia. El autor sostiene que muchas veces las mujeres echan su lengua a pacer y el varón acaba perdiendo los estribos: «No aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora». En el año 2005 hubo 63 mujeres muertas a manos de sus parejas. Y con un razonamiento propio de quien ya está en la agonía senil, añade: «Por cada mujer muerta a manos de un hombre, hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres». Las leonesas que acuden semanalmente frente a Botines ya tienen otro motivo para sus «lunes sin sol».

tracking