Dudar es bueno

CREO haber escrito ya , y si no lo hice  lo hago ahora, que al pueblo puede pedírsele tragar un sapo, pero no la charca entera. El Estado no se encuentra en guerra con los terroristas,  pues no son un ejército sino una banda criminal. Parece ser que quieren reciclarse, como Corleone en la última del Padrino. ¿Reciclarse en qué y para qué? Tanta obscena maldad alimentada durante décadas necesita ser redimida con algo más que un interesado adiós a las armas. No quiero decir que la única vía posible para la paz sea que todos sean encarcelados,  pero ¿dónde está ese mínimo fogonazo de arrepentimiento, su pesar por el daño causado? Los terroristas creen que la mayor dignidad  consiste en mantenerse fieles a sus convicciones.  Pero lo importante no es tenerlas, sino cuáles son.  Hitler y Stalin estaban convencidísimos de las suyas, y cuánto mejor le habría ido al mundo si hubieran dudado de ellas. El fanático nunca duda. Por eso, si me pongo en la alta responsabilidad que tiene ante sí Zapatero deseo que dude antes de decidir, con la duda firme y humilde de quien busca acertar, con la duda que dignifica.  Siento el máximo respeto hacia quienes deben tomar -por nosotros- decisiones trascendentes, cuando equivocarse puede implicar un daño catastrófico para la sociedad, y una ofensa a las víctimas. Tengo muy claro que los malos de la historia no son ni el PP ni el PSOE, sino los terroristas. Y los maquiavélicos juglares del doble lenguaje. Lo dijo Spinoza: la paz no es la ausencia de guerra, sino un estado del espíritu. Dudar es bueno, ellos nunca dudan.