Lo político y lo jurídico
EL SUPREMO ha modificado su propia jurisprudencia: los delincuentes con múltiples condenas juzgados al amparo del Código Penal de 1973 seguirán acumulándolas pero los beneficios penitenciarios se descontarán de cada una de ellas individualmente y no del conjunto. La interpretación parece ajustada a Derecho pero no por ello es menos sorprendente: el Código del 73 ha servido para juzgar a numerosos reos a los que hasta ahora se aplicó la jurisprudencia antigua. Y ahora, cuando arreciaba la presión política porque estaban cercanos a su excarcelación varios terroristas condenados por crímenes particularmente repugnantes, se ha cambiado la interpretación de la ley. Políticamente, la mudanza es satisfactoria y la ciudadanía la aplaude; pero, jurídicamente, la medida parece una apresurada chapuza.