Mensajes equivocados

LA COMUNIDAD de Madrid insiste en suavizar la ley antitabaco y, según el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, lo hará mediante un decreto, previamente consultado al Consejo de Estado, que no contraviene la ley sino que se cuela por algunas de sus inconcreciones. En cualquier caso, la comunidad madrileña manda un doble mensaje equivocado a los ciudadanos: el primero consiste en relativizar el valor de las leyes promulgadas por el Parlamento, que deben ser acatadas sin discusión ni subterfugio. El segundo está relacionado con los objetivos: no se hace un favor a los ciudadanos de Madrid, sino al contrario, facilitándoles fumar, después de que, con resignación, toda la sociedad haya terminado aceptando la conveniencia de limitar un hábito malsano que cuesta muchas vidas