Cifras y letras
Si Maquiavelo resucitara, se sorprendería al ver encarnado su retrato del príncipe en la figura de Zapatero cuando dice: «El príncipe, ni puede ni debe cumplir la palabra dada si eso le perjudica. Y ante todo es necesario ser gran disimulador. Es necesario aparentar cualidades si realmente no las posee. Tiene que contar con un ánimo dispuesto a moverse según sople el viento de la fortuna». Pero es obligado desenmascararlo y levantar la voz, porque, de momento, estamos en democracia, algo que desconoció Maquiavelo. Usted y su gobierno están llenos de contradicciones. El único argumento para defenderse de quienes los critican es catalogarlos como «fachas, fascistas, intolerantes, mentirosos, demagogos», etc.; ninguna defensa de las ideas, principios o valores, porque no los tienen. Es puro vacío, un suflé. Todo son sofismas y manipulaciones. Su transparencia se diluye en una trastienda en la noche oscura y en un absoluto secreto o en una aparición furtiva al amanecer, escapando a las miradas escrutadoras, o en evasivas respuestas sin venir a cuento en el Parlamento. Aparecen fantasmas en TV. Española por casualidad. ¡Qué cinismo! ¿Es eso valor o es que sus argumentos no soportan la luz del día? ¿Es usted el presidente de la «puta España» en cuya defensa todavía no ha salido? Se insulta o denigra a los católicos, a los militares, a las víctimas del terrorismo, a las familias, a ciudadanos normales por múltiples causas, pero usted guarda silencio. Ahora bien, sale raudo a defender el derecho de manifestación de los defensores del terror, representantes de ETA. Busca el acercamiento a unos asesinos, orgullosos de sus crímenes, y a sus cómplices, con quienes se muestra benevolente, para abandonar a las víctimas, olvidando su memoria, su dignidad y su clamor de justicia, haciéndolas sufrir el amargo calvario de una nueva muerte moral. ¿Quién se aprovechó del terrorismo los días 12 y 13 de marzo? Cuando no recibe a los padres, a las familias, a otros colectivos religiosos, a la oposición, a representantes del mundo de la educación, ¿es eso diálogo o imposición? ¿Es talante o arrogancia? Desentierra, con ánimo revanchista, una parte de la Historia de España, olvidando la otra; divide a los españoles en buenos y malos, en progres y reaccionarios, en defensores de la verdad o instalados en la mentira. Sólo existe una verdad, la suya, que no puede ser sometida a discusión so pena de ser anatematizado. Confía tanto en los españoles que no se atreve a someter a su veredicto un estatuto inconstitucional, que discrimina a los españoles por razón de su origen o del lugar donde vivan. La justicia sufre un gran descrédito porque la quiere manipular a su antojo. Subió al poder esgrimiendo el grito de «merecemos un gobierno que no mienta», pero actúa a la sombra de la mentira, rehuyendo e impidiendo la luz. Sólo palabras, palabras vacías que lanza al viento, promesas, vaciedad, engaño. Yo me resisto a dejarme arrastrar a un precipicio de indignidad y apelo a la rebeldía y a la protesta. ZP, es hora de quitarse la máscara, y no olvide que hizo un juramento solemne, cuya ruptura le acarrearía la infamia. Francisco Hernández Jiménez (Madrid). Quisiera dar las gracias al Ayuntamiento de León por dedicar una parte de los fondos públicos para ayudar a costear la asistencia a domicilio de personas mayores. En mi caso, se trata de un familiar cercano con muchos problemas de movilidad que acaba de recibir esta prestación, y aunque la espera por la concesión de la ayuda ha sido larga y el tiempo de asistencia a domicilio asignado es escaso, es muy importante la ayuda que recibimos tanto para el enfermo como para los familiares, que sentimos no poder acompañarle todo el tiempo que requiere. Por ello, en nombre de mi familia, muchas gracias. Ana Cristina Torices Gutiérrez (León). Fernando López Lerena (León).