La hora de apoyar a la Cultu
Manifestamos nuestro desagrado con la orientación que se pretende dar a la fiesta de carnaval en León, que cada vez pierde más su aspecto festivo, popular y cultural, para potenciar una pantomima de espectáculos vacíos que acaban siendo una mala y burda imitación de imágenes de otros lugares con carnavales famosos. En tal sentido se orientan las bases del concurso del carnaval en sus categorías de grupos, comparsas y carrozas. Sabemos que quien se presenta a un concurso, puede no ganar y también que sobre gustos no hay nada escrito, pero creemos que es labor del Ayuntamiento reconocer el trabajo y dedicación de muchas personas, niños y niñas que ponen toda su ilusión en esta tarea; y nos parece que en vez de reconocimiento obtenemos menosprecio y sentimos que todo lo que es participación espontánea y libre, con un trabajo pedagógico y artesanal se considera intrusismo, ante el espectáculo de carrozas hechas por profesionales contratados y que «cuentan» de antemano con los premios del Ayuntamiento. El arte, la puesta en escena, la coreografía original y adaptada a las características del tema tratado, se consideran no apropiadas porque no tienen el ritmo y la gracia que los señores y señoras del jurado prefieren y que, sospechosamente, tienen que recordar a lo que estamos hartos de ver en la tele en Tenerife, Brasil, etcétera. El carnaval se mantiene como fiesta popular a pesar del frío, pero también a pesar de este Ayuntamiento que defrauda en su quehacer institucional. Todo sobre la excusa de unas bases, que el mismo Ayuntamiento incumple, haciendo «la vista gorda», por ejemplo en el tema del seguro de daños a terceros en las carrozas. Una «vista gorda» que, finalmente, ciega al jurado para ver el valor que reconoció la inmensa mayoría del público, con sus aplausos y felicitaciones. Comparsa La Catedral de La Granja. En relación con la noticia aparecida en este periódico, el pasado uno de marzo, según la cual Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio tiene la «intención de ir al juzgado para proteger las vidrieras de la Catedral», así como otras afirmaciones atribuidas a esta asociación, no responden más que a las opiniones vertidas a título personal por Ángeles Murciego y no a una declaración de esta asociación, toda vez que en ese asunto nada se ha decicido. Cuando se haga público a quién se adjudica la restauración de esa parte de las vidrieras, estaríamos en condiciones, si se cree conveniente, de hacer una declaración pública. Cesáreo Villoria. (Vicepresidente de la Asociación de Ciudadanos para la Defensa del Patrimonio). José (León; edición digital).