Día aquietado

LOS BOMBEROS celebraron ayer la festividad de su patrono, san Juan de Dios. No fue un día especial de piromanías. Ni en la política, ni en las relaciones institucionales, ni en diseños estratégicos para el futuro inminente. Lo único que se ha sacado de la manga es la posible duda sobre la candidatura de Ángel Villalba a la presidencia de la Junta de Castilla y León en las próximas elecciones autonómicas. Una intoxicación en toda regla. Se someta o no a «primarias», Ángel Villalba será, con absoluta seguridad, el candidato. Los bomberos no tendrán que actuar para apagar este simulacro de incendio. Sí tuvieron que emplearse a fondo en la primera actuación forestal del año. Es la plaga que, como en ediciones anteriores, volverá a desertizar buena parte del territorio nacional. Pirómanos y etarras son dos especies a extinguir. Para que los bomberos no tuvieran su fiesta en paz, la organización terrorista colocó otra bomba, esta vez en Santoña, a la vera misma de la sede de Falange. Saldo: un herido y cuantiosos daños materiales. ETA no mata en la actualidad -lleva tres años sin hacerlo- pero continúa en su campaña de estragos y extorsiones. Y quizá con tanta o más saña que antes. Por eso mismo compartimos las declaraciones del ministro de Interior, José Antonio Alonso, cuando dice que las FSE ni han bajado la guardia ni lo van a hacer en la lucha contra la banda. Una banda que en la actualidad tiene más de mafiosa que de terrorista. El día de la festividad de los bomberos, entre los que tuve algún amigo entrañable, como César, fallecido ex-capitán de Ademar, fue un ejemplo de distensión. El deporte, que es pasión, también ayuda a la distensión. Ayer lo llenaba casi todo. Dos equipos españoles ya tenían en el bolsillo el pase a cuartos de final de la Champions League. El Barça engulló con fútbol y calidad a ese nuevo emperador de oro, el Chelsea. ¿Y aún me pregunta Eduardo Aguirre cómo es posible ser de La Bañeza y aficionado del Barça? No hace falta apellidarse O'Hara. Basta con Pérez. El otro con la gloria a cuestas es el Villarreal. Eliminó al Glasgow Rangers escocés y se ha metido en el club de los ocho mejores equipos del continente. ¡Qué envidia!. Vila-real es una ciudad levantina con apenas 40.000 habitantes. Una ciudad orgullosa de su «submarino amarillo», como Liverpool con los Beatles. No sé si el ayuntamiento de aquella ciudad será tan generoso con el club como el de León con la Cultural. En cualquier caso, el resultado final sonroja. Y con el éxito a cuestas de Barça y Villarreal, el tercer equipo en liza, Real Madrid, se dispone a una batalla épica en Highbury. Soy culé y deseo el éxito blanco. Sería fantástico contar con tres equipos españoles en los cuartos de final. Pero mi horario, aunque flexible, no me permite trasladarles el resultado. Lo podrán leer en otras páginas de este mismo periódico. Como el del Ademar en Ciudad Real, donde si gana, tendrá garantizad a su presencia en la Liga de Campeones. O como el de Baloncesto León en Tarragona, donde buscaba su séptimo triunfo consecutivo. Comienza disputarse en este instante el Arsenal/Real Madrid y, sin embargo, me sigue cautivando la foto de los cuadrúpedos de la modernidad de una familia kurda. Los antropólogos ya tienen materia científica para mucho tiempo.