Lectora agradecida
Una leonesa, que asegura ser víctima de malos tratos, ha hecho llegar a esta Redacción un escrito en el que refleja su dura experiencia. También aprovecha para mostrar su gratitud a todas las personas e instituciones que le han ayudado; Policía Local, Servicios Sociales, Asociación Adavas, a cuantos la han alentado «y a mi familia». A continuación reproducimos la carta: «8 de la mañana; hoy casi no he dormido. A las 4 me he despertado sobresaltada, oyendo sus amenazas, su rechinante voz, grabada en mi cabeza. Me he sentado en la cocina deseando con fuerza olvidarlo todo. ¿Cómo se puede llegar a una situación tan inhumana? A pesar de lo que ha pasado, es un alivio no verle, no dormir con él, no aguantarle. Cuando te anulan la personalidad, te quitan tus derechos y no tienes libertad ni para pensar, no sólo pierdes la autoestima, te sientes un vegetal enterrado en vida. Cómo nos manipulan con esos simulacros de supuesto amor del que hablan los machistas; los dominantes que creen que una mujer les pertenece: 'como es mía hago con ella lo que quiero'. No se merecen que les quieran, debían de estar desterrados o aislados. Hay una gran diferencia entre amor y posesión o egoísmo. ¿Cómo se sentirían ellos si les perdiéramos el respeto, les prohibiéramos opinar y decidir y les despojáramos de la dignidad que no tienen? Cuando se les cruzan los cables, ¿cómo pueden ser tan retorcidos? Aunque ellos digan lo contrario, es cierto que tenemos derechos, tenemos valores y tenemos apoyo. Al principio es normal que te desprecies porque llega un momento en el que ya no importa tu cuerpo y se bloquea la mente, en parte por el miedo y porque no quieren que pienses, sólo que obedezcas. Pero día a día vas respirando mejor, vas tranquilizándote, ves que existe la luz, que hay un camino, una esperanza.. Aprenderás a pensar en ti, a disfrutar y dejarás de sentirte como un armario vacío. Serás libre. E. S. (León). Ana (León; edición digital).