EL PAISANAJE
A mí nadie me preguntó
EN LA PELÍCULA Viva Zapata , del armenio Elia Kazan, hay, entre otras, una escena memorable en la que el agitador gringo que envía Madero con una máquina de escribir por toda arma para encender la mecha de la revolución le explica al hermano de Emiliano Zapata que en los Estados Unidos la gente elegía a los presidentes y no como en Méjico. «¿Alguien os preguntó a vosotros si queríais a Porfirio Díaz?», inquiría el yanqui. A lo que Antony Quim daba una respuesta sin vuelta de hoja: «a mí nadie me preguntó». Lo mismo le pasa a un servidor respecto a la alcaldía de León. Circula por ahí una encuesta del PP local, según la cual, como Amilivia no podría mantenerla en las próximas elecciones, convendría cambiarlo por otro candidato, Javier García-Prieto, buen chaval y presidente de la Diputación, que, a su vez, sería recambiable por la presidenta del partido, señora Isabel Carrasco. Mosquea que haya tantos recambios y ningún recargable. O en el PP juegan al tres en raya o al trile. En el PSOE, a su vez, juran tener otra encuesta que les da la mayoría absoluta, pero, como es interna, se la guardan para el mus. Hay tres frustaciones que arrastra uno en treinta y pico años de profesión, motivo por el que algunos colegas jóvenes me miran conmiserativamente: subir en globo, lo otro y no creer en las encuestas. Las dos primeras he podido superarlas con la edad, porque les tengo vértigo, pero la tercera es un trauma. Paso ya ampliamente de los cincuenta y nunca me han hecho una encuesta, como a Antony Quin. A mí nadie me preguntó. Así que cada día me hago más escéptico, creo menos en las listas cerradas de los partidos y, en tocante a León y Zapatero, digo con la boca pequeña lo que Porfirio Díaz a lo grande de su país, salvando las distancias entre La Moncloa y la Casa Blanca: «probre Méjico, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos». No es por dar ideas pero más de uno en el PP está pensando en jubilar a Amilivia en León. Estado de Guanajuato, claro. Ojo al mariachi.