Diario de León
Publicado por
Enrique Soto
León

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El sábado 18 de febrero el PP formalizó la absorción de las siglas y de los últimos restos del CDS; pero la mayoría de sus militantes ya habían encontrado otros modos de continuar su vocación de servicio a la sociedad. Así, Guillermo Tejerina, que fue diputado provincial por el CDS, es, desde las últimas elecciones municipales, nuestro portavoz en el Ayuntamiento del Val de San Lorenzo y será su próximo alcalde si sus vecinos así lo quieren. Guillermo está en la UPL por fidelidad a León y al centrismo. Recordemos a otro distinguido e histórico diputado en las Cortes de la República. Pocos saben que lo fue por León; su brillantez ha eclipsado todas sus demás circunstancias y eso que él mismo decía «yo soy yo y mis circunstancias». Efectivamente, estamos pensando en José Ortega y Gasset, quien también era centrista. Tanto que, según él: «ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil; ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral». Cuando asistimos al lamentable espectáculo del enfrentamiento y la radicalización de las posturas, las personas menos informadas o menos reflexivas se ven arrastradas por el fanatismo de uno u otro signo, el centro se despuebla y la convivencia y la democracia se deterioran. Hoy, como hace setenta años, los extremos son tribales e irracionales. Pero el centrismo, que tan bien encontramos ejemplificado en Adolfo Suárez, es del que Ortega había dicho que era la suprema generosidad, pues es la voluntad de gobernar con la oposición; es la decisión de convivir con el otro y tenerle en cuenta, aunque piense diferente, aunque sea tu enemigo e, incluso, aunque sea más débil. Con Adolfo Suárez aprendimos lo que era el diálogo y el consenso. Por supuesto que esta actitud liberal o centrista se ha de demostrar tanto desde el gobierno como desde la oposición. El leonesismo puede presumir de tener una de sus raíces más preclaras en el insigne general Toribio Martínez Cabrera, centrista y leonesista. Recientemente el Ayuntamiento de Astorga le ha restituido el título de hijo adoptivo de la ciudad, le hará un homenaje y dará su nombre a una calle. Toribio Martínez Cabrera nació en 1874 en Andiñuela, al pie del Teleno, en tierra de Maragatos. Continuador de su paisano el ilustre don Matías Alonso Criado en el compromiso y amor a los suyos y a su tierra. Don Matías (Quintanilla de Somoza 1852-Montevideo 1922) fue secretario personal de Emilio Castelar, presidente de la primera República. Lo cual no impidió que Alfonso XIII le concediese las cruces de Carlos III y de Isabel la Católica. Desde la lejanía de su puesto de embajador nunca olvidó este país, empezando por su pueblo, al que benefició generosamente aportando de su propio bolsillo para el maestro y para mejorar la casa del Ayuntamiento. En agosto de 1908 pronunció un discurso en el Casino de Astorga. La conferencia trató sobre las causas de la decadencia del país maragato y la emigración que despoblaba ya entonces nuestros pueblos. También presentó las medidas a tomar con el fin de remediarlo. Las semillas de la conferencia encontraron buena tierra en Toribio Martínez Cabrera. Los frutos fueron la creación de Juntas de Amigos del Pueblo, la institución de la Fiesta del Árbol el día cuatro de abril y otras muchas actuaciones y logros a favor de Astorga y la comarca maragata. Así ganó los títulos de Hijo Adoptivo de Astorga e Hijo Predilecto de Maragatería. Su compromiso le llevó también a presentarse a las elecciones en 1934 y en 1936. Tengo ante mí un documento, impreso en Fidalgo-Astorga, firmado con fecha 27 de enero de 1936 por él y por Juan Castrillo Santos. Dirigiéndose a la opinión pública leonesa, analiza la situación política del país. En algunos puntos permanece tremendamente actual: España dividida en izquierdas y derechas enfrentadas y León lleno de necesidades y de promesas incumplidas. «Se prometió emprender una política de obras públicas y ya se ve cómo se cumplió la promesa en lo que a León afecta. La Cabrera sigue siendo una vergüenza de la Región Leonesa por el estado de abandono en que se encuentra. El Canal del Bierzo que regará 12.000 hectáreas sigue siendo un sueño como hace cuarenta años» «Hay carreteras¿ como la de Valdespino, Priaranza y Tabuyo, pendiente del envío de 10.000 pesetas para el estudio. Hay otras carreteras como la de Astorga a Pandorado pendientes desde los lejanos tiempos de don Eduardo Dato. Está sin hacer el Pantano de los Barrios de Luna a pesar de la enorme trascendencia que tiene esta obra para la Región Leonesa.» «Ahora (¿) vienen los mismos partidos con la misma táctica confusionista¿». «Ante esta situación en la izquierda y en la derecha, nace la política de Centro porque responde a una necesidad vital.» «Somos representantes de una tendencia republicana de orden,¿ libres de las pasiones sectarias de extrema izquierda que impulsan a la revolución y de las derechas que animan a la guerra civil. Ni revolución ni guerra civil. Convivencia entre los españoles bajo las normas de la Constitución del Estado». Terminaba el documento pidiendo el voto para lo siguiente: «Primero: Para consolidar la República evitando el derrumbamiento porque eso sería la revolución o la guerra civil.» «Segundo: Para defender dentro de la República (¿) los principios básicos del orden social; respeto a la religión sin persecuciones; familia; propiedad, sin abusos.» «Tercero: Para defender los intereses materiales de la provincia de León». «Y cuarto: Para mantener vivo el espíritu regionalista a fin de que la provincia de León ocupe el rango a que tiene derecho por su condición de madre. Vamos a intentar un renacimiento del leonesismo». Enseguida llegó el enfrentamiento armado que los extremismos hicieron inevitable. Martínez Cabrera, fiel a su ideario y a la legalidad, sofocó la rebelión militar en Cartagena donde era comandante militar. Durante la guerra fue jefe del Estado Mayor del Ejército, inspector general del Ejército del Norte y gobernador militar de Madrid. Por sus posiciones políticas centristas y por su cristianismo se hizo antipático a los comunistas quienes le persiguieron hasta llevarle a la cárcel. Finalizada la guerra no quiso huir. Y los que se habían levantado contra la República le acusaron de «rebelión militar» y de masón, le fusilaron el 23 de junio de 1939 y calumniaron e injuriaron su memoria. Aunque el día 27 de febrero Juan Vicente Herrera, presidente de la comunidad autónoma conjunta de León y de Castilla, descalificara como «cavernícola» la postura leonesista, lo cierto es que en León, el centro es el leonesismo. El columnista del Diario de León, Luis Artigue, lo expresó así el 15 de mayo de 2004: «En León no hay centro, sino leonesismo. Ése es el lugar de encuentro, diálogo e intercambio entre los partidos. Ése es aquí, teniendo en cuenta el déficit industrial, histórico e institucional que padecemos, el único viaje ideológico sensato».

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