Lo que de verdad interesa Bierzo: quince años de Ley de la Comarca

DA TODA la impresión, que la mayoría de las veces, nos perdemos en debates políticos estériles, que a casi nadie interesan, sin caer en la cuenta, (o sí), que el ciudadano tiene otras preocupaciones distintas a las que mediáticamente parecen estar en candelero. ¿Y qué es eso, que de verdad le interesa a la inmensa mayoría de los ciudadanos? Pues a mi modesto entender, lo que de verdad les interesa, es que desde nuestra clase dirigente/gobernante y desde la oposición, se hagan propuestas serias a la sociedad española, de acuerdo con sus reales preocupaciones y problemas. En este momento, por ejemplo, es una preocupación de la gente, que los horarios laborales hagan realmente posible la conciliación del trabajo con la vida personal y familiar y que los gobernantes impulsen políticas que tengan en cuenta la organización y distribución del tiempo de trabajo, haciéndolo compatible con los horarios comerciales, escolares y con el funcionamiento de los servicios. Si tenemos en cuenta que aproximadamente un 19% de la población española tiene una edad superior a 65 años y que de ese 19% la gran mayoría gozan de una buena salud, y que muchos de ellos desean seguir participando en la vida laboral, económica, social y política del país, lo que de verdad esperan estos ciudadanos, de la clase dirigente, es que se fomenten las políticas del mayor con el objetivo de promover el envejecimiento activo. Los ciudadanos se preocupan si se ponen en peligro los logros obtenidos en el ámbito del bienestar social, quieren que se siga creciendo económicamente de forma sostenible y que se genere empleo con una política social ambiciosa. Por ello, esperan que los agentes sociales se pongan de acuerdo para introducir las mejoras pertinentes en el mercado laboral, mejoras que sean capaces de aunar la flexibilidad en la gestión de las empresas con la calidad y la estabilidad en el empleo. Los ciudadanos quieren y desean también que se luche aún con una mayor contundencia contra la siniestralidad laboral. A los ciudadanos, lo que de verdad les interesa es que las personas en situación de «gran dependencia», tengan garantizada su asistencia costeada al 100% con fondos públicos. Pero ¿es una preocupación de nuestros gobernantes? No está claro tampoco que la política de inmigración, una de las principales preocupaciones de los ciudadanos según las últimas encuestas, preocupe en igual medida a nuestros políticos, distraídos en otras cuestión, en lugar de tratar de mejorar la plena integración, el riguroso cumplimiento de la Ley y el derecho internacional en la lucha contra la inmigración ilegal y en el fomento de unos flujos migratorios controlados. Y cómo no, preocupación prioritaria del común de ciudadanos, es que los impuestos, de forma especial el IRPF, beneficie a todos los niveles de renta, especialmente a los modestos ahorradores y a las rentas más bajas. Y ahí está la preocupación sentida, de forma especial por los jóvenes, para acceder a una vivienda digna, de forma que no hipoteque a perpetuidad sus ingresos; demandan soluciones, no zapatillas. Así mismo, la sociedad demanda para estos jóvenes, una educación de calidad, sin exclusiones, consciente de que la mediocridad en la educación es un engaño social que perjudica a los más desfavorecidos. Y finalmente, la preocupación por el terrorismo, como la mayor de las amenazas para la vida y la libertad, frente a ello, la sociedad reclama que se acabe con esta pesadilla, con la Ley en la mano, sin atajos y con la máxima firmeza y transparencia del Estado de Derecho. Todo esto es lo que interesa LA SINGULARIDAD del Bierzo en aspectos geográficos, sociales, económicos, culturales y electorales, hizo que todas las fuerzas políticas, unas con más vocación y energía que otras, entendieran la necesidad de dotar a esta comarca de un espacio político propio, definiendo una ley exclusiva de comarca para esta zona geográfica de la provincia de León. Como cumplimiento a una promesa electoral, y a resultas de un acuerdo con el CDS, partido coaligado hace quince años con el Partido Popular en la Junta de Castilla y León, el Partido Popular elabora y promulga una ley de la Comarca, que el correr del tiempo ha venido a demostrar insuficiente para las expectativas que se habían generado entre los hombres y mujeres de la comarca berciana. La insuficiencia de la ley, no sólo se concreta por las taras en su nacimiento, la falta de voluntad política por parte de los dos partidos mayoritarios en concretar un Consejo Comarcal, instrumento al servicio de la comunidad berciana, añade más sombras que luces a la valía de este ente político administrativo. Aparece esta ley con una indefinición práctica a la hora de concretar las competencias del Consejo Comarcal, no formula reglas serias de financiación, dejando esta al albur de la negociación entre quien gobierna la Junta de Castilla y León y los gobernantes del propio Consejo Comarcal. Este hecho ha servido más para el enfrentamiento entre Partido Popular y Partido Socialista, que para dotar de una financiación clara y específica al Consejo Comarcal. La poca voluntad de las distintas administraciones; Junta de Castilla y León, Diputación y Ayuntamientos a la hora de ceder competencias, hace que exista un Consejo en muchos apartados sin competencias, si exceptuamos algunos servicios de menor relevancia política y social. Con estas circunstancias, es difícil poder crear una administración comarcal cercana a los ciudadanos que sea capaz de resolver en una primera instancia, sus problemas cotidianos más acuciantes. Es necesario una nueva Ley de Comarca, más completa, con competencias transferidas y financiación complementaria, que dote al Consejo Comarcal de capacidad jurídica propia, para incluso, tener capacidad legislativa en su ámbito y a través de un reglamento puntual poder autofinanciarse de una manera pública y legal. Esta nueva Ley de Comarca tiene que necesariamente concretarse dentro de la próxima reforma estatutaria, y su ámbito de aplicación será para toda la comunidad castellano-leonesa. No entiendo leyes específicas para comarcas específicas. Inventos de autonomías uniprovinciales generarán contradicciones insalvables para definir un nuevo mapa regional comarcalizado y por lo tanto descentralizado democráticamente. La elección de los componentes del pleno del Consejo Comarcal, se hará de una manera directa dejando atrás la representación diferida de los ayuntamientos, para alcanzar la representación más democrática y plural de los ciudadanos. Es menester intentar reducir el número de representantes del Pleno, para que éste sea ágil y funcional a la hora de tomar decisiones. Es imprescindible el consenso de todas las fuerzas políticas, para que esta nueva ley surja del entendimiento y no del enfrentamiento partidista. Las propias instituciones, Junta de Castilla y León, Diputación y Ayuntamientos, cederán competencias a los consejos comarcales de una manera real y efectiva. Con una nueva ley de comarcalización para toda la región, pondríamos en cuestión la existencia de divisiones territoriales antiguas (la provincia) y también cuestionaríamos la existencia de gobiernos provinciales (diputaciones), que pocas competencias tendrían si de verdad de tuviera voluntad descentralizadora a favor de las comarcas. Han sido quince años de dar vueltas alrededor de un eje sin distanciarnos lo suficiente para concretar una efectiva y práctica Ley de Comarcalización.