Putin y Bielorrusia
COMO estaba previsto y han corroborado los observadores occidentales y la propia OSCE, las elecciones celebradas en Bielorrusia que han supuesto la reelección de Alexander Lukashenko han sido una farsa. Las manipulaciones electorales registradas permiten hablar de puro y simple pucherazo, que ha movido a la UE a anunciar sanciones y a EE. UU. a reclamar que se repitan las elecciones. Lo preocupante sin embargo es que Putin, teórico impulsor de la modernización rusa, haya felicitado calurosamente a Lukashenko. Moscú está perdiendo el control de las antiguas repúblicas soviéticas, embelesadas con Occidente, y ello explicaría que Putin se muestre amable con la única que aún le rinde pleitesía... pese a la falta de sentimiento democrático que eso conlleva.