Diario de León

LA VELETA

Mariano, deja al fiscal

Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

Creado:

Actualizado:

EL FISCAL es una pieza fundamental de la Justicia, como el juez, y la Justicia necesita, para rodearse de credibilidad, que todos sus componentes funcionen con escrupulosa corrección. A los gobiernos se les admite que el uso no siempre atinado del poder les produzca un cierto deterioro o desgaste, pero los jueces y los fiscales, al menor desatino, reducen la confianza en la Justicia, lo que es tan evidente como grave. Conde-Pumpido, fiscal general del Estado, replicó ayer a unas críticas muy duras de Rajoy deslizándose por una pendiente política, y en tono presumiblemente jactancioso, por un tuteo infrecuente en la escena pública, dijo al líder del PP: «Mariano, deja al fiscal en paz». Es demasiado frecuente que las acusaciones que se cruzan los partidos políticos se desvíen hacia algunas instituciones del Estado, como la magistratura o sus órganos rectores, o contra algunos fiscales o su más alta jerarquía, y lo que nunca había pasado, o había pasado inadvertido, empieza a suceder ahora, y es que el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, el magistrado Francisco Hernando, mantenga un pulso político con el poder legislativo, o se niegue con argumentos políticos a comparecer en el Congreso, teniendo razón jurídica. Y ayer se mostró Conde-Pumpido tan político o más que Rajoy, pues no sólo amonestó al líder popular por usar la Fiscalía y la fecha del 11-M como arma política, sino que le acusó de hacer demagogia con el terrorismo. Y pasándose de frenada recordó a Rajoy por qué está en la oposición: «está en la oposición porque la mayoría de los españoles no le dio el cargo que quería, le dio otro». Y tras esa constatación, realmente innecesaria, apostilló el fiscal: «Por tanto, y por favor, Mariano, deja al fiscal en paz». Y una confidencia de remate, más innecesaria aún: «Porque su trabajo (el del fiscal general) ya es bastante difícil y no le gusta (al fiscal general) que los políticos se interfieran en su actividad». Rajoy había ofendido a Conde-Pumpido al afirmar que siempre se pone del lado de los abogados de los malos, refiriéndose a los dirigentes 'batasunos', pero si un pilar de la Justicia, como es el fiscal, se desprende de los medios legales que para su defensa le ofrece la ley y contraataca con cierta rudeza política al político que le había agraviado, mal asunto: el Estado de derecho se agrieta. Se puede tener confianza o no en un Gobierno, pero en la Justicia, además de confianza es casi necesario la credibilidad. La desconfianza desemboca en el descreimiento, y una Justicia descreída convierte un Estado de Derecho en pantomima de sí mismo.

tracking