Gran reto

DE UN lado, quienes tienen las manos manchadas de sangre; de otro, quienes no las tienen. No estamos ante la negociación de un complejo convenio, donde ambas partes son respetables, pero con muy distintos intereses; sin embargo,  se trata de una gran oportunidad. Diálogo desigual, sí, pero necesario. Precisamente, lo que diferencia a unos seres humanos de otros radica ahí, en el señor al que se sirve.  Zapatero estuvo brillante en su comparencia, y Rajoy también lo estuvo al dar su apoyo con condiciones, pues así debe ser. Su bando es el mismo, el de España y la democracia. No  exijamos a la banda asesina ya desde el primer día que pidan perdón, pues quizá no conozcan ni siquiera la palabra. Esperemos.  Tan compleja partida  sólo acaba de comenzar. Y sobre todo, creamos en la superioridad de nuestros valores. Qué gran responsabilidad la de quienes participarán -en nuestro nombre-  en la negociación. Necesitarán  nuestro respaldo, pues, en efecto,  no se trata de negociar un convenio. Hay miles de víctimas,  lágrimas que queman, dudas dolorosas...   también la posibilidad de interrumpir el ciclo del horror ; no a cualquier precio, pero hay que intentarlo. Como ciudadano,  desde el mayor respeto y solidaridad a  las víctimas, asumo el reto.  Aquí no debe haber siglas ganadoras, sino una victoria colectiva, la nuestra. Por encima de mis reservas, que las tengo, pongo el respeto a quienes  deberán tomar decisiones muy difíciles. Ayer hubo columnistas  que denigraron no sólo a sus medios, sino a la condición humana. La opinión es libre; la maldad, también.