Fuga anunciada y culebrón a la vista en el PP

CON LA TREGUA de ETA como trasfondo a nivel nacional, la política en esta bendita tierra berciana camina por ciertos derroteros que no parece sean muy halagüeños para el PP. Y es que desde hace un tiempo, más del que algunos dirigentes comarcales, provinciales y nacionales nos quieren hacer ver, las aguas no bajan muy revueltas por el principal partido de la oposición a nivel nacional y primero en la comunidad y buena parte de ayuntamientos bercianos como el de Ponferrada. Críticos, no lo olvidemos, siempre ha habido y habrá, tanto en las filas populares como en la de otras formaciones. Eso no es nada malo ya que una opinión única acaba muchas veces por anquilosar a los partidos y a veces ubicarlos en ciertos lugares alejados de la realidad social. Lo que sí debe preocupar al PP es que dichas disensiones internas se hayan convertido en una ruptura que puede dañar seriamente al partido en los próximos comicios, no sólo en la comarca berciana sino en el resto de una provincia leonesa en la que cargos y afiliados de base no comulgan con el camino que sigue el partido, en gran medida no por la ideología sino por quienes comandan la nave. Precisamente el sábado se escenificaba esa ruptura entre los descontentos del PP berciano con el abandono en bloque de casi 250 de ellos encabezados por el ex diputado Ángel Escuredo a los que posiblemente sigan otros, algunos cargos públicos como alcaldes y concejales. La noticia es un duro golpe para un PP que en palabras de uno de sus responsables regionales, Alfonso Fernández Mañueco, parece no darse cuenta que las crisis a veces empiezan por estas cosas y acaban en una hemorragia que a veces deja al enfermo muy tocado. Para Mañueco, el PP va bien y no existes problemas. Autoconvencimiento no le falta aunque de cara al resto de mortales, entre ellos los bercianos, sus palabras no parecen encontrar traslación a una realidad que, a poco más de un año vista de las elecciones municipales, no parece ser la más idónea. Algo pasa en el PP, eso no cabe duda. Pero, como personas mayores, deben ser ellos los que la solucionen aunque por lo visto la tirita es más pequeña que la herida. Y mientras, en Ponferrada el PGOU sigue copando las portadas y el cruce de declaraciones entre unos y otros. El equipo de gobierno municipal defendiendo sus bondades y los socialistas criticando un planteamiento que consideran ineficaz y carente de futuro. Mientras, el vecino de a pie sigue sufriendo una saturación de datos que a veces no comprende por lo que sería bueno que a veces esas disquisiciones fueran un poco más cercanas, porque no cabe duda que dicho plan afecta y mucho a cada uno de los vecinos. Y por si todo esto fuera poco, la delegación de arquitectos ya piensa en una serie de actuaciones que debiera mostrar el PGOU, entre ellas un aeropuerto y una ciudad hospitalaria. La idea no es mala aunque para llevarla a cabo es necesario mucho dinero y las arcas de las administraciones y las intenciones de sus responsables no contemplan por el momento con esta alternativa. Por si acaso, ahí queda para el debate y el análisis.