EL BALCÓN DEL PUEBLO
Un nuevo Centro para León
MINISTERIO de Industria, los sindicatos UGT y CC.OO, y la patronal Carbunión, representada por Victorino Alonso, por fin han firmado anteayer el Plan del Carbón. Este Plan del Carbón, que tiene que llegar hasta el año 2013, se ha firmado con la confianza de que será el último de reestructuración. A partir de ese año, la minería del carbón española y especialmente la leonesa, que se convierte en la principal de toda España porque va a producir más de la mitad de los nueve millones de toneladas en la que se cifra la totalidad del país, quedará estabilizada. Yo soy hijo del campo -¿cuántas veces lo he escrito?-, no de las galerías negras. Y celebro con alborozo que la minería se convierta en un sector estable y estratégico, aunque sea más reducido, algo que hace pocos años era discutido por mucha gente en este país. Y en León. Bastaría con un repaso a las hemerotecas. Sus altavoces elevaban el tono asegurando entonces que eran partidarios de cerrar la minería sin más. Era algo así como el compló cinematográfico: Coge el dinero y corre. Menos mal que surgieron cabezas y apuestas por otro futuro. Se ha rubricado el Plan del Carbón, pero después de esto todavía queda pendiente otra cuestión: la regulación de las explotaciones a cierlo abierto. Una regulación en la que se debe huir de los dos extremos maximalistas: la de los partidarios de explotar todos los cielos abiertos, y la de los contrarios por sistema a cualquier proyecto que abra en canal laderas y montes. Pero para entrar en este tema habrá más días. Hoy, y ya me jode utilizar el latiguillo, no toca. La otra noticia del día fue la selección del proyecto avalado por i.3 Macsa para la integración del tren de Alta Velocidad en el área metropolitana de León. Incluye varios ayuntamientos, desde Torneros a San Andrés del Rabanedo. La opción escogida por la Sociedad en la que se insertan sin sectarismos el Gobierno central, la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos de León y de San Andrés del Rabanedo, parece un gran acierto de diseño. Leo mal los planos y maquetas, pero me gusta. También en el arte o en la cata de vinos soy un no iniciado. O me gusta lo que veo o paladeo, o no. Pero, sobre todo, me llena porque va a significar que, como dijo el corregidor de León, a la ciudad le nacerá un nuevo Centro, con mayúsculas, no un espacio de negocio. Efectivamente, unir en un reducido espacio la nueva estación del Ave y la de Autobuses, el futuro Palacio de Congresos y espacios comerciales, hará surgir un nuevo Centro que se superpondrá sobre los ya existentes: el centro histórico intramuros, el comercial de Santo Domingo y los más recientes de La Chantría, La Palomera y Eras de Renueva. El nuevo Centro tendrá, además, la particularidad de que se sitúa al otro lado del río Bernesga, al otro lado de las vías del ferrocarril, y permitirá integrar completamente unos barrios a los que esas barreras y dogales los hacían marginales. En definitiva, es una garantía de crecimiento para León en la mejor dirección. Y descentralizando. Eso es tanto como rotundizar: «Y descaciqueando». Supongo que la palabreja no existe. Suena mal. Pero todos sabemos su significado.