Vergüenza

Los comienzos de la radio cultural de una institución pública como la Universidad de León (Radio Universitaria) marcaron hace seis años el acercamiento de un inquieto joven a las ondas. Por aquel entonces, entre libros, juergas e inquietudes por el patrimonio, pusimos en marcha, junto a otros estudiantes de la licenciatura de Historia, un programa sobre la cultura leonesa en una incipiente Radio Universitaria. Por primera vez, la radio permitía a los jóvenes de León expresar a los cuatro vientos nuestros pensamientos con total libertad. Los micrófonos nos cautivaron ante la posibilidad de transmitir inquietudes y sensaciones a través de las ondas hertzianas a todo el que nos quisiera escuchar. Hablábamos de lo cercano, de León, la Universidad, nuestras cosas¿ Tuve la oportunidad de tratar en la radio mis dos pasiones: la historia y el deporte. La pasión por la radio hizo que, dos años después, me hiciera cargo de la dirección del proyecto de una Radio Pública Universitaria. En mi trayectoria como director del medio descubrí la importancia de una radio cercana, de la información y del entretenimiento. Con ayuda de otros estudiantes pusimos en marcha la primera radio provincial con el mismo carácter, el público. León y Ponferrada emitían la misma programación con una visión joven y unificadora. La radio de todos los jóvenes leoneses comenzó a dar sus primeros pasos¿ A la vez que me hice cargo de la Radio Universitaria, Carmen Bayón, por aquel entonces directora de Radio Nacional de España en León, confió en mí para elaborar la información deportiva local . Recogiendo el testigo de Mar Gómez en la sección de deportes, me vi involucrado en la radio pública más institucional. Aprendí realmente qué significa el adjetivo «público». Al menos en la radio, no es otra cosa que divulgar todas y cada una de las pequeñas cuestiones que los mass media olvidan, desde la cultura, las cuestiones sociales, o las pequeñas noticias, como por ejemplo, el centenario de una abuela. Lo vivido, escuchado y transmitido desde las ondas, me permite pedir encarecidamente la supervivencia de la radio cercana, la radio pública. «No al cierre de las emisiones locales de Radio Nacional de España en León». Diego Fidalgo Díez (León). ¿Quién no ha bajado alguna vez su coche al subterráneo del final de la calle Ordoño II de nuestro querido León? Seguro que el que lo haya hecho se habrá encontrado con más de un problema. Aparte de unas curvas y estrecheces que da la impresión de llevarse las paredes por delante en las entradas y salidas llegas al lugar cuya palabra define el sitio y se convierte en una verdadera odisea «aparcar». Una vez conseguido y como tengas vecinos a ambos lados llega la siguiente fase: salir del coche, claro que quizá la solución fuera que todos los vehículos tuvieran techo solar y de este modo hacerlo por arriba, vamos ¡un verdadero circo!. Por supuesto, cuando vuelves a recogerlo y si todo sigue en las mismas condiciones ocurre tres cuartos de lo mismo. Y todo esto aún a pesar que es mucho más caro que los de la ora. Por ello no me extraña que haya muchas personas, sobre todo si son ya mayores, que se nieguen rotundamente a meterse ahí con el coche y les oigas comentarios como que se ponen muy nerviosos si tienen que hacerlo. Deberían olvidarse un poco de sacarle el mayor partido económico y pensar más en facilitar las cosas a las personas. Anselmo A. Martínez Acebes (León). Francisco (León; edición digital).