Cerrar
Publicado por
ENRIQUE VÁZQUEZ
León

Creado:

Actualizado:

IDITH ZERTAL cree que todo proceso de construcción nacional debe reposar sobre la memoria, pero también sobre el olvido, y el asesinato de Denis Donaldson el martes ha devuelto la tragedia norirlandesa a los días aciagos de la violencia y, para un tiempo, ha cancelado la difícil operación de olvidar. En cuanto se supo que el asesinado -ejecutado en la jerga de sus matadores, con seguridad- era el célebre agente británico (o doble) infiltrado en el IRA, vía Sinn Fein, causante del incidente que obligó a suspender el régimen de autonomía en el Ulster, se abrieron paso los peores augurios y los monárquicos se sintieron reforzados en su tesis: el IRA sigue vive, mata si lo cree necesario y su brazo político, el Sinn Fein, no puede compartir el gobierno local. Mientras los líderes del Sinn Feinn negaban toda implicación, el reverendo Paisley, que ha llegado a ser el más votado entre los unionistas y tiene la clave de la normalización, retomó su discurso habitual y encontró en el episodio un argumento para disentir de nuevo de la gestión que, a medias, llevan a cabo los primeros ministros británico, Tony Blair, e irlandés (de Dublín) Bertie Ahern. Ambos tomaron enseguida la decisión de no permitir que el asesinato alterara sus planes y ayer, en una de las cuevas del dragón ex terrorista, Armagh, dieron un plazo, más amplio que el previsto hasta el 24 de noviembre próximo, para que los partidos se pongan de acuerdo y reactiven entonces las instituciones, es decir, el parlamento regional de Stormont y el gobierno pluripolítico e interconfesional que funcionó con éxito en su día como emanación de los Acuerdos del Viernes Santo de 1998. Esto significa que, tal vez con buen criterio, los dos jefes de gobierno han procedido como lo hizo en su día el general Rabino, quien empezó a negociar el sedicente proceso de paz con los palestinos sobre la base de continuar el proceso como si no hubiera atentados y combatir a los terroristas como si no hubiera proceso De aquí a noviembre, pues, una compra más de tiempo con la esperanza de que el olvido, que se resiste, vuelva a hacer su benéfico efecto.

Cargando contenidos...