EN POCAS PALABRAS
Confianza lacerada
SE APROXIMA la etapa de la declaración de la renta y todos queremos contrastar la relación existente entre lo que pagamos y lo que recibimos, entre el esfuerzo fiscal que realizamos y los servicios públicos que están a nuestra disposición. Y es inevitable que echemos una mirada alrededor para comprobar la equidad: la conciencia fiscal se fortalece con la convicción de que todos contribuimos según nuestras posibilidades. Pero esa convicción es cada vez menos firme. Hechos como los de Marbella, que asombran por su dimensión e impunidad, destruyen la fe en las instituciones. Y noticias como la aparecida ayer, según la cual uno de cada cuatro billetes de 500 euros de la Unión Europea está en España, arrasan cualquier residuo de confianza que pudiera quedar.