Recetas inefables
LA TENSIÓN diplomática con Irán por el desarrollo de su programa nuclear sigue empujando el precio del crudo (ya por encima de los 74 dólares), pero el fenómeno es complejo: también se acusa a China de elevar artificialmente el precio al acaparar petróleo a toda costa. Pero nadie parece inmutarse y las reacciones son incluso ridículas: el ministro de Economía, Pedro Solbes, admitió con su proverbial flema que si continúa la subida de los precios del petróleo, el crecimiento económico de España será menor de lo esperado. Y el FMI alertó de que el petróleo puede llegar a los 80 euros antes de junio; su presidente, Rodrigo Rato, declaró que «hay que trasladar al consumidor los precios de la energía». Inefable receta para prorratear la impotencia.