Guillotina anticaspa

LO de Prioro ha sido el colmo de la mala suerte. Estadística en mano, hay más posibilidades de acertar los seis de la Primitiva más el complementario que de que te caiga un rayo en la iglesia justo cuando todo el pueblo asiste al funeral de una vecina. Pero como dijo Rubén Blades en boca de Pedro Navaja, si naciste pa martillo, del cielo te caen los clavos . Pero hay otras cuestiones que ya no tienen nada que ver con la suerte. Y es que la iglesia de Prioro tenía un pararrayos hasta hace sólo unos años, pero era de los denominados radiactivos, que hubo que retirar por ley porque al parecer producían emisiones cancerígenas. La Administración remoloneó entonces y tardó años en librar de estas antenas a cientos de edificios de uso público, entre ellos la iglesia de Prioro, pero en la mayoría de los casos no fueron sustituidos por otros que no conllevasen este problema. Se retiraron y punto. No es un caso aislado. Algo parecido ocurrió hace unos años cuando una directiva europea prohibió que circularan por las carreteras de la Unión ambulancias que tuvieran más de diez años de antigüedad, y la práctica totalidad de los vehículos de la Cruz Roja de León superaban esa edad. Pues lo mismo, se retiraron y punto. El que sufra un accidente, pues que se vaya andando a la Casa de Socorro, que aquí cumplimos la ley. Ahora tenemos modernas uvis móviles nuevecitas, pero para atender a los heridos de Prioro tuvieron que venir desde Cervera de Pisuerga. Pues eso, que el remedio más eficaz contra la caspa es, sin duda, la guillotina.