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CRÓNICAS BERCIANAS

El dilema de Las Edades ya está resuelto

León

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CONCLUIDA la Semana Santa, llamada po pularmente de Pasión, uno cree que quizás algunos han querido que apenas esos siete días eran pocos y tal vez, alguno más, no vendría mal. Y en esas uno cree que andaba el obispo de Zamora, a la sazón presidente de la Fundación Las Edades y hombre, en suma de mayor poder a la hora de decidir la sede de una muestra que en cada edición ha venido demostrando el acierto de sus impulsores. Fue a principios de la pasada semana cuando unas palabras suyas en las que aseguraba que la sede del 2007 aún no tenía destinatario definido la que hizo saltar las alarmas entre los ponferradinos y bercianos en general. La alegría con la que en su día recibieron la concesión de sede para Las Edades del 2007 se tornaba en incertidumbre, en gran medida por su interlocutor, el prelado de Zamora y en menor circunstancia por la posible rival que se aseveraba, Soria. Pero ese susto, por suerte, quedó sólo en eso y apenas unas horas más tarde tanto desde el Obispado de Astorga como desde la Secretaría de la Fundación se aseguraba que Ponferrada sería, con todos los honores, la sede de la muestra. Incluso, eso pasa muchas veces, se culpó al mensajero, o sea al periodista, de haber sembrado la duda, una incertidumbre que por suerte y gozo para los bercianos y para Nuestra Señora de la Encina, su patrona, ya no tendrá razón de ser una vez también se ha asegurado que la única amenaza, la económica, está ya subsanada. Precisamente hablando de la religión y de una de las más claras expresiones del catolicismo, la Semana Santa, uno sigue maravillándose de la calidad y crecimiento que no sólo en la capital berciana sino en toda la comarca está experimentando una celebración que aúna la fe y devoción con incuestionables señas de tradición, mantenidas a lo largo de los siglos en una sociedad que, a pesar de las amenazas que la rodean, sigue creyendo. Y esas creencias y el esfuerzo de miles de cofrades son los que han hecho que Ponferrada haya vuelto a lucir todo su esplendor semanasantero a lo largo de diez días o que poblaciones como Villafranca, Cacabelos, Camponaraya o Bembibre recuperen parte de un legado en el que participan tanto niños como mayores. Y mientras los sabores y olores a Semana Santa parecen diluirse y con el tiempo alterado como es costumbre en primavera, la actividad política parece retornar al primer plano, y con ello las disputas entre los dos grandes partidos que con su maquinaria habitual y a pesar de que aún resta algo más de un año para los comicios municipales empiezan a asegurarse posiciones, nombres y estrategias con las que en algunos casos intentar desbancar a sus oponentes y en otros muchos mantener el sillón que lograron en el 2004. A partir de ahora vamos todos a presenciar no sólo acusaciones y descalificaciones subidas de tono sino en algunos casos promesas y palabras que a veces uno no acierta a creerse. Como tampoco la posibilidad de que una vez por todas las reiteradas saturaciones en el servicio de Urgencias del Hospital del Bierzo desaparezcan, a pesar de los esfuerzos de su dirección y de la profesionalidad de todos y cada uno de sus trabajadores.