Diario de León
Publicado por
ERNESTO S. POMBO
León

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CAROD y su muchachada pueden ser especialistas en estrategias electorales, en bipartitos y en sandeces varias. No se lo vamos a negar ni a restarles méritos. Pero de dignidad y coherencia, no tienen ni pajolera idea. La verdad es que tampoco hay que saber de todo, y menos en los tiempos que corren, en los que parece que la ignorancia cotiza al alza. Pero quienes ocupan cargos de responsabilidad en este país nuestro deben, al menos, de intentar mantener la orientación. Todo esto viene a cuento porque Carod y su peña han tomado el acuerdo de promover el voto nulo en el referéndum del Estatut. Aunque también les vale el «no» y acabarán apropiándose de la abstención, ya lo verán. Porque todo vale cuando de lo que se trata es de montar bulla. Pero dejando bien sentado que Carod y su congregación pueden hacer lo que les venga en gana en la consulta catalana, sí es cierto que molesta la desfachatez con la que afrontan la situación. Carod y el partido que lidera forman parte de un Gobierno que respalda y defiende el nuevo texto estatutario. Son socios, colegas y compinches en el Gobierno de un país, de una nación o de cómo quieran llamarle, que basa gran parte de su futuro, precisamente, en ese texto que ahora unos promueven y otros rechazan. Y ante una cuestión de tal importancia, las posturas han de ser unánimes. Por eso nos parece de un cinismo y un descaro inaceptables. Ya sabemos que tiran mucho los coches oficiales, los despachos alfombrados, los escoltas, las genuflexiones, los taconazos y las cámaras de televisión. Tiran tanto que no hay más que ver lo desaliñados que andaban Carod y los suyos hace sólo tres años y lo emperejilados que andan hoy. Pero aun entendiendo eso, lo que no pueden hacer es estar a las maduras y no a las duras. Si no están de acuerdo con una de las decisiones más importantes que ha tomado el Gobierno del que forman parte y discrepan tanto de la postura de sus socios y amigos, lo mínimo que se les pide es que tengan la dignidad de renunciar a seguir en ese Gobierno. Que lo hagan por su valentía y por nuestra salud mental. Porque nos cogemos cada rebote con estos memos que no nos merece la pena.

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