Crisis y circo

CRISIS en Villaquilambre y circo en León. El Ayuntamiento de Villaquilambre, uno de los más pujantes del alfoz, lleva en el candelero toda esta legislatura. Y continúa. Ayer mismo el pleno rechazó los Presupuestos 2006. La película podría tener esta síntesis: Empezó con un alcalde de la UPL que, a golpe de farol, despreciaba a sus socios del PP y se autoconvocó una moción de confianza. Y la perdió. A continuación sólo quedaba una posible combinación de gobierno: la del grupo mayoritario de la oposición, del PSOE, con la suma del grupo popular. Se llevó a cabo, contra lo ordenado por la Ejecutiva provincial socialista y con la tolerancia de la Ejecutiva del PP. Ahora ha sido la dirección popular la que ha ordenado romper el equipo de gobierno, a lo que se ha negado la portavoz azul, Maribel Lorenzana, quien ha abandonado las filas de su partido. En resumen: en estos tres años, el anterior corregidor, Lázaro Bayón, también jefe del grupo de la UPL, ha estado a punto de marcharse o de ser expulsado de su partido, cuando él mismo presumía de su proximidad a una parte de la dirección popular. Por su parte, el grupo municipal socialista está expulsado o en suspenso dentro de su partido, y el popular ha quedado descabezado por el adiós de su portavoz. Un escenario muy complejo. Parece muy claro que el cúmulo de circunstancias que ha conducido a este descalabro no tiene nada que ver con los intereses de los habitantes del municipio de Villaquilambre. Todo este carnaval se ha producido al margen de los programas electorales municipales y de las actuaciones concretas de su equipo de gobierno. Lo que ha primado en estos tres años, de la forma más obscena, han sido los intereses de partido y los puramente personales. Hoy tiene un corregidor eficaz, con gestión brillante, y no sé yo si no acabará asqueado y arrojando la toalla. Sería una lástima. Otro muy mal ejemplo es el del Ayuntamiento de León. Anteayer escenificó otro desfile de carnaval. La oposición abandonó el pleno respondiendo de mala manera a la provocación que les hizo el tránsfuga Rodríguez de Francisco. Tragaron el anzuelo. De Francisco es un experto en salvar y confundir situaciones límite. Con el abandono de socialistas y leonesistas del pleno, lo principal, lo que interesa a los ciudadanos, seguimos sin saberlo. Seguimos sin saber a cuánto asciende la deuda real del Ayuntamiento de León, esto es, de todos los leoneses. Seguimos sin saber qué planes y propuestas hay para reducir esa deuda y para que cobren los acreedores. Seguimos sin saber cómo el Ayuntanmiento ha llegado a tener 2.500 empleados. Seguimos sin saber dónde están y a qué se dedican los 400 trabajadores de la brigada de Obras, que son invisibles, salvo la docena que corrige las chapuzas en Ordoño y la calle Ancha. Y seguimos sin saber qué propuestas tiene cada uno de los grupos para solucionar el cáncer que mantiene en la UVI al Ayuntamiento. El equipo de gobierno tiene la obligación de responder a todas las preguntas que se le hagan en relación con las cuentas públicas y los estados municipales que pagamos todos. Pero también los dos grupos de oposición tienen la obligación de exigir esos datos y no tienen derecho a marcharse de los plenos como si fueran «vedettes» ofendidas por provocaciones infantiles.