Sin piernas, con tesón
EL ALPINISTA neozelandés Mark Inglis, de 47 años, ha entrado con letras de oro en la historia de la tenacidad humana. Es el primer hombre amputado de las dos piernas que conquista la cima del Everest. Inglis, guía de montaña, tuvo en 1982 un grave accidente cuando ascendía la cumbre más alta de Nueva Zelanda (el Monte Cook), y las congelaciones sufridas hicieron que los médicos tuvieran que amputarle ambas piernas por debajo de las rodillas. El neozelandés inició la aventura de subir el Everest con un par de prótesis suplementarias así como material para efectuar reparaciones, en caso de necesitarlo. El insólito ejemplo de este alpinista resulta especialmente estimulante en un mundo en el que predominan los objetivos cortos y ralos. Aún queda gente con tesón.