Cerrar
León

Creado:

Actualizado:

ESCUCHANDO el último disco de Johnny Cash, grabado poco antes de morir, cabe preguntarse si no estaremos construyendo una sociedad excesivamente obsesionada por el culto a la juventud, adorada como deidad. El viejo hombre de negro demostró que aún tenía mucho que darnos. El arte necesita tiempo, lo que no quiere decir que una obra maestra sea irrealizable en la veintena o en la treintena, sino que ciertas emociones sólo revelan en la recta final de la existencia sus secretos más profundos. Después de todo, quién puede cantar mejor una balada de amor que un anciano. Cash versionó en dicho disco Hurt (dolor), del grupo Nine Inch Nails, sobre la adicción a la heroína, y el propio compositor reconoce que el interprete country descubrió matices nuevos y verdaderos. Cash tenía el cuerpo deteriorado por las enfermedades, pero aún no vencido. Con la precisión de un bisturí, el paso del tiempo separa lo esencial de lo accesorio. Las intuiciones de juventud que los años van convirtiendo en certezas, o desvaneciendo en el aire, son plasmadas mejor en los trabajos de última madurez. Apoyemos a nuestros jóvenes creadores en su largo y difícil camino, pero si necesitas luz en la noche recuerda que ahí están los artistas que recorrieron ya un largo trecho, y que son tus amigos aunque nunca hayas estrechado sus manos. Hoy me he dañado a mí mismo /para saber si seguía sintiendo , dice la primera estrofa de Hurt . Y en la voz del patriarca Cash, texto y música, -desolación y culpa- se adentran en mares más aún más hondos y espirituales. La verdad también necesita tiempo. Quién puede cantar mejor sobre el amor que un septuagenario, quién mejor a la vida que un moribundo.

Cargando contenidos...