Doble felicitación

EL BARÇA, «més que un club», lo había leído en el cielo mediterráneo cuando eliminó al Milán en semifinales: «Siempre nos quedará París», imitando a Bogart en la película Casablanca . Y anteayer, en el estadio parisino de Sant Denis, se proclamó campeón de Europa. El Barça ha redondeado una temporada mágica, genial. Un equipo que no conoce la derrota en la competición europea, merecía la gloria del triunfo en París. Y así fue, aunque el Ársenal le puso todas las dificultades habidas y por haber. El fútbol es una pasión nacional. Y el Barça casi una religión en Cataluña y en otras latitudes nacionales y del exterior. No existe político, historiador, sabio, científico o estrella mediática capaz de movilizar y enardecer a tan enorme masa social. El gran triunfo, la segunda Copa de Europa conquistada por el Barça, aunque los aficionados merengues la degraden más o menos así: bueno, tampoco es para tanto, al fin y al cabo, el Barça sólo tiene dos Copas de Europa más que la Cultural; En todas las esquinas del planeta se gritó el «¡Visca el Barça!». Felicidades. Y hay que felicitar también a los organizadores del Triotec: Junta de Castilla y León, a los representantes de Québec en Canadá y a los de Bío Bío de Chile. Se trata de iniciativas impensables hace muy pocos años y que, sin embargo, marcan el futuro tecnológico e industrial y que también afectan a los sectores agroganadero y forestal. Tal y como ha sido presentado, el proyecto se basa en la cooperación agroalimentaria, veterinaria y medioambiental, sectores todos ellos estratégicos en León. No cabe duda que en un mundo cada vez más globalizado, la cooperación es la otra cara de la moneda de la competitividad internacional. Pero vuelvo a mirar al Mediterráneo, aunque cambie radicalmente de tema. A la sombra de la estatua de Colón, frente al Náutico de Barcelona, percibo la evidencia de un error. No sólo de un error, sino también de un disparate: el lema del PSC para el referéndum sobre el Estatut. No se refiere para nada a lo que en realidad se vota. Se me antoja un error y un disparate porque pretende convertir el referéndum sobre el Estatut en otro paralelo sobre el Partido Popular. Eso sólo beneficia al PP. El PCS es, desde hace muchos meses, quizá desde que el honorable Pasqual Maragall asumió la presidencia de la Generalitat, un partido desnortado. Todos los días da alguna muestra más de ello. Lo que sucede es que el PP es el partido menos indicado para llamar sucio y barriobajero a nadie. Ni siquiera al PSC. Con la política de oposición que está haciendo, que califique de sucia y barriobajera a la del PSC, sólo merece la memorable jaculatoria: «Mira a quién fue a llmar puta la Zapatones». Y un apunte más: se multiplican los testigos presenciales de la agresión o zarandeo al ministro Bono en la manifestación de Madrid. Y lo hacen tras llevar el PP como invitados al Congreso a los dos presuntos como si fueran héroes. Los nuevos testigos les conocen y vieron la agresión. En realidad no harían falta más testigos. Las fotografías y reportajes televisivos los vio toda España, salvo un juez instructor y tres magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid, que cada día que pasa se demuestra que han hecho un papelón. ¡Menudo papelón!.