Suspiros por convenios

ES EL SUEÑO colectivo de instituciones, de cualquier gobierno local, provincial o regional. Todos aspiran a firmar convenios. Los convenios con como la historia de un compromiso. La ministra de la Vivivienda, María Antonia Trujillo ha realizado dos visitas consecutivas a nuestra provincia: el sábado para rubricar dos convenios en Sahagún y San Andrés que garantizan, respectivamente, las restauraciones de la iglesia de La Peregrina y del edificio Araú. Ayer acudió a Astorga y a La Bañeza. Firmó los protocolos para la construcción del centro cultural Lyda y la ampliación del teatro Pérez Alonso. La minista María Antonia Trujillo llegó con una hogaza debajo del brazo. Ha dejado en nuestra provincia una inversión de 16 millones de euros. Ahí es nada. No vino sólo para buscar titulares y fotos en color. Bien, pues en el afán desesperado por sellar convenios, el Ayuntamiento de León busca y quiere firmar uno con el Ministerio de Defensa para aprovechar urbanísticamente los terrenos del cuartel de Almansa. Ahora lo suponen más fácil, al estar el leonés José Antonio Alonso instalado en la cúpula castrense. El Ayuntamiento ha visionado una situación de privilegio generadora de plusvalías con las que financiar la construcción de parte de la ronda interior. Así lo ha manifestado la concejala de Urbanismo, María José Alonso. Resulta muy difícil seguir la marcha por los vericuetos por los que circula el urbanismo de León. Pero a cualquier ciudadano, desde el sentido común, se le ocurren varias reflexiones. La fundamental es que el antiguo cuartel de Almansa está compuesto por un conjunto de edificaciones, algunas de las cuales tienen interés suficiente en sí mismas como para ser conservadas. Es necesario buscarlas un destino doble: a la vez que las conserve, las ponga al servicio de la ciudad. No es probable que conservando las edificaciones existentes y ajardinando otras para servicios de los ciudadanos de Mariano Andrés, que buena falta les hacen, quede mucho suelo libre para nuevas operaciones especulativas. Parece claro que en este caso, como en otros, lo que mueve al equipo de Gobierno del Ayuntamiento no es ordenar urbanísticamente a la ciudad al servicio de sus habitantes, sino buscar fuentes de financiación con las que tapar los boquerones que tiene la hacienda municipal. Resulta absolutamente insostenible que el Ayuntamiento carezca de otra política para arreglar su tesorería que no sea convertirse en el primer especulador del suelo de León. La situación del Ayuntamiento de León es insostenible. Aspira a sufragar los gastos con ingresos extaordinarios en una huida hacia adelante que Mario Amilivia pretende repetir, una vez más. A menos de un año de las próximas elecciones municipales, los candidatos a la alcaldía tienen, como primera obligación, aclarar a los electores qué soluciones proponen a la crítica situación económica municipal. Todo lo demás, sin aclarar esta incógnita, será propaganda vana y sin fundamento. El primero que tiene que hacer una propuesta seria en este tema es el quipo de gobierno. Pero ninguna otra candidatura podrá librarse de que se le exijan explicaciones sobre cómo va a aumentar los ingresos ordinarios y a disminuir los gastos del mismo tipo.