Diario de León

DESDE LA CORTE

Una ventana en León

Publicado por
FERNANDO ONEGA
León

Creado:

Actualizado:

¿ME ADMITEN una confidencia? En los despachos más decisivos de la política española siempre hay dos periódicos. Ambos son editados por Santiago Rey, uno de los últimos grandes editores de prensa. Uno, La Voz de Galicia, que llega a primera hora a las mesas de Mariano Rajoy y José Blanco. Se pelean, pero les une este periódico, que les lleva cada día el pulso de la tierra. El otro, Diario de León, que acompaña desde la infancia al presidente Zapatero y a José Antonio Alonso. Estos dos medios les podrán irritar o halagar; pero son sus mensajeros de cada mañana. Diario de León cumple sus primeros cien años. Es un clásico. Sus páginas han contado todo el siglo XX: la restauración, la belle époque, Primo de Rivera, la República, la guerra civil, el franquismo, la guerrilla en las montañas leonesas, la lucha minera, la transición. Ha sobrevivido a todos los regímenes: los de férrea censura y los de triunfo de la libertad. Y lo hizo como lo hicieron los supervivientes de tan azarosa historia: con voluntad de utilidad social y con el lema de Santiago Rey -«profesionalidad, reinversión y sólo comunicación»-, que le ha dado el liderazgo y lo ha convertido en una voz libre y referencia del debate político y social. Hoy, este periódico vivirá un momento emocionante: el jefe del gobierno de España visitará sus instalaciones y presidirá la entrega del Premio del Centenario. Pero serán también horas de emoción para él. No lo veo ahí como presidente. Lo imagino con la nostalgia del niño de León que aprendió a leer en las páginas de este diario; que buscaba a través de sus columnas el mundo que adivinaba más allá del páramo, más allá del Barrio Húmedo y la montaña; que miraba aquellas fotos en blanco y negro como quien mira el exterior a través de una ventana de papel; que construyó sus ideas entre un colegio, una familia y unas noticias de periódico; de este periódico. Por eso hoy veo al presidente de la octava potencia del m undo como he visto al casi vecino León Felipe en sus versos: asomado a la cristalera nueva del edificio nuevo del Diario; recordando: « Todo el ritmo de la vida pasa / por este cristal de mi ventana¿» . León, un presidente, y una ventana para la vida. Quizá ésa sea la forja de un líder. Y quizá lo siga siendo. Esta tarde, el niño crecido volverá a su Moncloa, donde hay otros cristales y otras vistas. Se meterá en una carpeta que pone por fuera: «Debate sobre el estado de la Nación». Cuando se siente a escribir su discurso, lo último que sonará en sus oídos no serán ecos de Batasuna, ni gritos de los partidos. Será lo escuchado en su pueblo. Será, otra vez, lo visto desde una ventana que se sigue llamando, como cuando aprendió a leer, Diario de León.

tracking