Una sugerencia

Ya salen otra vez los mal llamados intelectuales a la palestra, removiendo el pasado, pues sólo viven de eso. Contando las batallitas del abuelo Cebolleta, queriendo conmemorar, nada menos, que el 75 aniversario de algo que pudo haber sido y no fue y por tanto, como casi todo, con buenos principios, pero, sin saber qué habría por el medio y no digamos el final. Como hay directores de cine, actores y músicos entre los firmantes del manifiesto, supongo que rodarán otro bodrio (perdón, película) sobre el mismo tema monográfico que nos domina desde hace tiempo (luego dicen que los españoles somos alegres). Claro que lo tienen fácil. Con este Gobierno que sólo habla de la Guerra Civil, de recuperación de la memoria histórica, que compara a los caídos en dicha guerra con las víctimas de ETA, da cancha suficiente para que se celebren los actos más absurdos. No olvidemos que hubo víctimas en los dos bandos, en todas las familias, sin excepción. Pero muchos fuimos afortunados porque en nuestras familias nos enseñaron a mirar el futuro con ilusión, con optimismo, con esperanza. Supongo que las pancartas de las sucesivas manifestaciones, irán presididas por la foto del capitán Lozano, cedida gentilmente por su afligido nieto. Y, en cuanto a lecciones de cultura, yo estudié bachiller por el plan de 1957, mejorable como todo, pero permitía tener amplios conocimientos de Geografía, Historia, Matemáticas, Lengua, Literatura (ahí conocimos los autores españoles como Pío Baroja y sus magníficas obras). Pero los sucesivos gobiernos fueron degradando los nuevos planes de estudios hasta convertirlos, al día de hoy, en textos intragables, vacíos de contenido, con nulo trabajo y sin capacidad de superación para los alumnos. Ahí es donde debían ustedes incidir, dedicar todas sus energías para luchar por el futuro cultural, puesto que pasado y no digamos presente, no sería un motivo para sentirse orgullosos, pero es mejor apadrinar idioteces. Y ¿qué es eso de exigirnos desde los callejeros hasta los libros de texto?. Todo forma parte de la historia, buena o mala de cada pueblo. Sin historia, sólo hay pueblos muertos. Y menos mal que se proclaman modestos y pretenden darnos clases de democracia. Dios nos libre de dichos intelectuales; cuando tocan poder, malo, sólo quieren enseñar sus tristes historias, sus lamentaciones y sus medias verdades, las de sus intereses. Al final, gracias a ustedes, todos un poco más incultos. M.ª Teresa Rico González (Villafranca del Bierzo). Pero vamos a ver: ¿El Inteco existe? Hasta hora, señores Tomás Villanueva, Juan Vicente Herrera y compañía, se han llenado la boca de proclamar a los cuatro vientos que el tal proyecto es pura propaganda del Ejecutivo de Madrid, un bluf que nos quieren vender a los ciudadanos. ¿Están pensando, quizá, en el proyecto de la Escuela de Pilotos? De ser como dicen, ¿qué les puede preocupar el que el tal Inteco se ubique en un lugar o en otro? ¿qué interés tiene la Junta, el Ayuntamiento, léase el PP en que se instale en el Parque Tecnológico o en otro sitio? ¿quizá porque, al instalarse en el Parque Tecnológico, piensen poder mangonearlo en un futuro y, si a mano viene, apropiarse del logro? Dejen de marear la perdiz, de intentar confundir al ciudadano con dudas irresponsables poniendo trabas al proyecto con el disfraz de la preocupación. Tiempo tuvo el señor José María Aznar de poner en marcha proyectos como el que nos ocupa y, para uno que prometió, ¿lo han visto? Lo importante no es dónde, en qué parcela, se ubique, sino que esté en León y beneficie a la ciudad. Con tanta insistencia, se les ve el plumero Aquilino Laserna Perea (León).