El que esté libre de pecado...

Cuenta EL EVANGELIO de San Juan que los fariseos llevaron a presencia de Jesús una mujer sorprendida en adulterio para que la mandase apedrear conforme a la ley de Moisés. Jesús sorprendió a los fariseos con la célebre frase: «Aquel de de vosotros esté libre de pecado que arroje sobre ella la primera piedra» Si hacemos un pequeño repaso a las actividades de los políticos leoneses en la defensa de los ciudadanos será difícil encontrar uno que esté libre de culpa. Parecen todos ellos sacados de los saldos de Crónicas marcianas. Si empezamos por el Partido Socialista, nos encontramos con un partido monolítico incapaz de cambiar sus planes o reconocer un error. Sus normas se han convertido en una auténtica religión imposible de cambiar o modificar. Hace ya cuarenta años que planificó la integración de la región leonesa, más concretamente, la provincia de León en la de Valladolid por motivos electorales. El Partido Socialista ha sido, junto con el diario «Norte de Castilla» el gran baluarte de la integración de León en Valladolid Continuando con el Partido Popular podemos comprobar lo siguiente: En un principio, siendo aún AP, estaba timidamente a favor de la Autonomía leonesa, pero después del ingreso de miembros de UCD en sus filas, no tuvo agallas para enfrentarse al Partido Socialista. Así, Martín Villa no solamente no se enfrentó al gran cacique socialista vallisoletano, Gregorio Peces Barba, sino que pactó con él la integración de la provincia leonesa en Valladolid como sea, como se dice ahora. Hoy, después de más de veinte años en los que Valladolid ha dejado escuálida la región leonesa, el PP es sin duda el principal obstáculo para que la región leonesa tenga los mismos derechos que las otras regiones españolas y poder gestionar sus propios recursos. El desarrollo logrado por la provincia pucelana en los últimos veinticinco años ha sido tan extraordinario, que nunca renunciarán a la situación tan favorable que tienen actualmente. Los políticos populares leoneses dan la impresión de ser unas simples marionetas bien pagadas, que obedecen ciegamente las órdenes de la superioridad castellana. Para colmo de males, una pequeña parte de los leonesistas se ha separado del tronco común, la Unión del Pueblo Leonés, y ha formado un nuevo partido, el PAL. Recientemente un miembro del comité ejecutivo de ese partido, Oscar Chamorro, escribió un artículo que publicó el Diario de León en este mismo lugar, manifestando el deseo de que el PAL «haga de llave en las principales instituciones a favor de los verdaderos intereses leoneses» El señor Oscar Chamorro olvida que el fundador del PAL fue también el fundador de la UPL. Logró todo el poder de este partido y tuvo las llaves en el Ayuntamiento de León ¿Qué puertas abrió? Pactó con el PP y también con el PSOE, pero yo no vi ninguna puerta abierta en la defensa de los intereses de los leoneses. Prueba de ello es que seguimos con todos los problemas que teníamos y aumentados. Con los datos publicados por la propia Junta en su Anuario Estadístico de Castilla y León podemos obtener las siguientes conclusiones: 1.º Valladolid ha batido en los últimos veinticinco años el récord de progreso económico y humano de toda su historia de mil años, los que lleva «gozando» de la Autonomía. 2.º León ha batido en los últimos veinticinco años el récord de retroceso económico y humano de toda su historia de dos mil años, los que lleva «sufriendo» en la actual Autonomía. (Lógicamente, hay que hacer la salvedad de la invasión de Almanzor en el siglo X). 3.º La provincia leonesa de Zamora ha perdido en el último siglo un tercio de su población con especial incidencia en los últimos veinticinco años, los que lleva «sufriendo» en la actual Autonomía. Y, si exceptuamos la capital, que ha triplicado la cifra de habitantes, el resto de la provincia ha perdido la mitad de su población, cifra sin duda terrorífica para mentes normales. Como dato complementario hay que decir que España, en ese mismo período de tiempo, ha duplicado la población muy holgadamente. 4.º A pesar de las promesas de todos para beneficiar a esta tierra, es la provincia de Valladolid la que sigue creciendo y de qué manera, mientras las tres provincias leonesas siguen retrocediendo en su desarrollo y de qué manera, valga la redundancia. Esta es la Autonomía que nos han impuesto porque así lo decidió el Partido Socialista hace ya cuarenta años. A esto le llaman democracia, que más bien parece una imitación burlesca, una parodia. Los socialistas parece que tienen la exclusiva de otorgar carné de demócrata. Si la libertad y la justicia son los pilares esenciales de la democracia, es evidente que en la región leonesa ni ha habido ni hay democracia. ¿Alguien puede creer que la creación de esta Autonomía está formando un modelo de convivencia, dando todo a uno y nada a los demás? Es horrible ver en qué manos está León. El Partido Socialista, a pesar de tener muy buenos materiales (sus bases), no es capaz de edificar un buen edificio por carecer de buenos arquitectos (dirigentes) y, cuando lo tienen, lo echan. En sus ciento cincuenta años de existencia no conservan un solo edificio, todos se le han derrumbado por no construir cimientos seguros. Han utilizado historiadores para falsear el pasado; han utilizado demagogos para falsear el presente y sus dirigentes se dedican a falsear el futuro. No se puede construir un edificio sólo con promesas (falsos cimientos). Esta Autonomía se caerá como si fuera un castillo de naipes, lo mismo que el nuevo Estado de las Autonomías que están poniendo en marcha y si no, al tiempo. Yo acuso a los políticos leoneses que negaron la Autonomía a la región leonesa, que tenía pleno derecho a ella; a los que, pudiendo haberlo evitado no hicieron nada para impedirlo; a los que hoy tienen en sus manos una justa solución del problema y no hacen nada; a los que presumen de leonesistas, amantes de esta sufrida tierra, pero sólo se preocupan de sus intereses, y les digo: el que esté libre de culpa, que arroje la primera piedra.