AQUÍ Y AHORA
León gana con Roma
LEÓN gana con Roma, porque valorar el legado del pasado siempre resulta rentable. La inversión de 3,6 millones de euros que la Junta y el Ayuntamiento firmaron ayer pone los cimientos para colocar la ciudad en el sitio que se merece. Pero hay que mirar más allá y no quedarse en este proyecto. Ser ciudad bimilenaria no está al alcance de cualquiera y debemos trabajar para que esa herencia se convierta en una catapulta que nos lleve hacia el futuro en lugar de en un baldón que nos atrape en actitudes melancólicas. Que no nos pase como a la mujer de Lot. Llevamos años de retraso. Las actitudes dolientes entretienen y aquí el ocio desconsolado ya dura demasiado. Tenemos que agradecer el trabajo de los arqueólogos que, con sus investigaciones, han apartado la niebla del tiempo, permitiéndonos comprender un poco mejor la historia de la ciudad. Si hoy hay tanto interés por la conservación de los yacimientos es gracias a ellos. Los vestigios son como un proyector que nos muestra instantáneas del pasado, que nos ayuda a entender por qué somos como somos y cuál es la razón de que, en muchas ocasiones, la historia se aventurara a través de vericuetos difíciles de comprender. Aprovechemos no sólo las piedras que nos legó Roma, sino su patrimonio cultural: el urbanismo, la ingeniería, el derecho, el ocio, la simbología... Roma, la Cruz y Voltaire son los ejes gracias a los cuales se forjó la sociedad occidental. Nada puede quedar inmutable, el hombre es como los tiburones: se muere si se detiene. Hay, pues, que seguir hacia adelante, pero sabiendo cuál es la clave por la que hemos progresado tanto. Roma desapareció cuando se durmió, que no nos pase lo mismo.