EL PAISANAJE
El saco de nueces
LOS GEÓLOGOS explican el terremoto del sábado en tierras de la Cabrera, que por algo se llama así, con el argumento de que se trataba de una «ajuste de placas tectónicas» o de dos chivos celosos en temporada de berrea. Quitando a los chivos lo peor ha pasado ya, según los científicos, hace ya miles o millones de años. Es lo mismo que opina mi madre Mónica, que es de Corporales de la Cabrera Alta, según se cava con mucho sudor al lado mismo del epicentro, cuyos cinco hermanos y ella misma emigraron hará de eso unas cinco décadas por si acaso. De modo que la familia no ha sufrido daños materiales ni humanos: allí no queda nada. Los geólogos gallegos que en esto de los seísmos suelen explicarse mejor que los de Madrid dicen que todo el noroeste español es como un «saco de nueces», donde, cuando resbala una placa tectónica, se mueven inevitablemente otras tres o cuatro para asentarse al estilo de allí: si nunca se sabe si suben o bajan es otra cosa. También se dice que esto es un fondo de saco sin ningún volcán. La teoría goza del beneplácito del leonés Zapatero y del gallego Touriño, según los cuales se confirma que en el subsuelo del noroeste español hay nueces para todos: pizarra, carbón, vino tinto en la bodega, túneles del AVE de los que puede manar a mansalva turismo rural, etcétera. Hay que reconocer que estos dos son listos como ardillas, pero, por si acaso, más vale que no toquen el saco de nueces. No es culpa de ellos que este fin de semana volviera a temblar la tierra de nuestros antepasados. Lo raro es que no se hayan levantado de la tumba, porque el saco está vacío, al contrario que las placas del pleistoceno, y pudiera ser también que hubiera algún biznieto de muy mal reposar. Fue lo que le dijo el alcalde de Castrillo de Cabrera, Tomás, que es del PSOE, al consejero Silván, que es del PP: «macho, si aquí llega a haber una catástrofe y con esta carretera, ¿cómo salíamos?». Servidor, que es independiente, le hubiera dejado al otro día un mensaje en el móvil del estilo de «la siguiente, el que no sale eres tú». Y colgaba.