EN BLANCO
Manipulando el dolor
VÍCTIMAS. Colectivos organizados en torno a las secuelas del terrorismo. Sociedad civil zaherida por la violencia. Fórmula para evitar la sentencia de Bécquer: «¡Qué solos se quedan los muertos!». Tiene razón Pilar Manjón cuando pide que «la clase política debe dedicarse a la política y las asociaciones de víctimas debemos dedicarnos a la asistencia integral a las víctimas». El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco puso en marcha el espíritu de Ermua. Allí estuve dando la cara en primera línea de la pancarta. Fui miembro fundador del Foro de Ermua. Tras aquello, se desencadenó la tentación de dirigir a los colectivos organizados de víctimas del terrorismo, donde estaban no sólo los familiares cercanos de los asesinados. Por poner un ejemplo, fui miembro de la fundación Gregorio Ordóñez, por el hecho de ser su amigo. Hoy hemos visto hasta un congreso de víctimas con un grave enfrentamiento entre dos candidatos a la presidencia; al parecer cada candidato representaba la filosofía de un partido. Curiosamente. Al presidente de Unidad Alavesa le incendiaron dos autoescuelas. Un concejal se salvó por la última tregua, cuando tenía día y hora con su asesino . A nuestros portavoces en Ayuntamiento y Parlamento trataron varias veces de asesinarlos. A mí? Oficialmente, no somos víctimas del terrorismo. Nos fueron eliminando de los foros de víctimas contra el terrorismo. UA no era el PP y denunció la ausencia de Oreja en un pleno del Parlamento. Hoy, todavía hay ex cargos electos de UA con escoltas y exilados de Euskadi por amenazas de asesinato. Hemos denunciado la manipulación del dolor y las mentiras del 11-M.