PANORAMA
Derechos humanos
NO PUEDE pasar desapercibida la noticia de la creación en la ONU de un nuevo organismo: el Consejo de Derechos Humanos. Para ello se han reunido en la sede de Ginebra, esta semana, los representantes de los 198 países miembros de la asamblea general, con la asistencia del secretario general Kofi Annan. Hasta aquí la noticia, pero en realidad no fue más que dar carta de naturaleza a la decisión tomada el 15 de marzo en Nueva York, para sustituir a la inoperante Comisión de Derechos Humanos por el nuevo consejo de 47 miembros. De esta forma ha comenzado la renovación de las Naciones Unidas. Este organismo supranacional, que fue creado en 1945 para mantener la paz y seguridad entre las naciones, reconoce que en el siglo XXI hace falta un organismo internacional para vigilar las violaciones de derechos humanos por parte de las naciones, y, en su caso, sancionar a los países denunciados. Ya veremos cómo funciona, con tantos casos de violaciones de los derechos humanos como se producen. La ONU se conforma así con tres elementos básicos para la paz, seguridad y estabilidad mundial: la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, y el Consejo de Derechos Humanos, los tres con capacidad de promover decisiones que afecten a las actuaciones en el campo internacional. Así pues, el CDH tiene una delicada y difícil tarea. Porque si hasta ahora la ONU no podía intervenir en los asuntos internos de los países, aunque lo hacía, el CDH va a recibir numerosas denuncias sobre las naciones que practican genocidios, torturas y explotación de seres humanos, y tendrá que constituirse en su valedor en nombre de la comunidad internacional. Algo estamos avanzando, con el Tribunal Penal Internacional contra las personas genocidas, y el nuevo Consejo de Derechos Humanos contra los países que practiquen los crímenes contra la humanidad.