Diario de León
Publicado por
Iñaki Reyero Castro
León

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OJEANDO hace unos días el Diario de León me llamaron poderosamente la atención unas declaraciones del Consejero de Medio Ambiente en torno a la pretendida estación invernal de San Glorio, «Desde el Paseo de la Castellana no tienen que dar lecciones a los vecinos de Picos de Europa de cómo proteger la naturaleza», afirmaba. Es posible que no sea necesario impartir dichas lecciones entre los vecinos de la zona, pero es más que evidente que la Consejería de Medio Ambiente se encuentra desde hace años necesitada de ellas. De hecho, en la pésima gestión de muchos espacios protegidos castellano-leoneses, se encuentran las claves para comprender el escaso entusiasmo de la población local con estas figuras de protección y la propia reivindicación ciudadana de proyectos incompatibles con la protección del medio ambiente como San Glorio. En el caso que nos ocupa, hay que recordar que el Parque Regional de Picos de Europa y el Natural de Fuentes Carrionas no disponen aún de Plan Rector de Uso y Gestión, a pesar de que la legislación vigente, obliga a aprobarlos en el menor tiempo posible. En el caso de Picos, se especificaba que debía habilitarse un año después de la declaración del espacio natural, incomprensiblemente llevamos 11 años de retraso. Esta circunstancia en ningún caso es baladí, ya que precisamente es este Plan, el que debe articular toda la normativa de desarrollo económico de un espacio protegido, amén de otros planes sectoriales tan importantes para la economía local como los de Ordenación de Montes, Carga Ganadera y Conservación de Recursos Naturales, planes y normativas que han quedado en el limbo, por desidia del departamento del Señor Carriedo Por todo ello, la cuestión es, ¿Con que legitimidad se puede modificar todo un Plan de Ordenación de Recursos Naturales, elaborado en principio, bajo criterios exclusivamente científicos, con la coartada de propiciar un supuesto desarrollo socioeconómico de la zona, cuando la propia Junta de Castilla y León ni siquiera se ha molestado en redactar la normativa, que la propia Ley de Espacios Naturales proponía para impulsar la economía de estas áreas protegidas? A este despropósito, se suman dos hechos de extraordinaria gravedad, el primero, la ausencia de zonificación en el Parque Regional de Picos de Europa, sumiendo a este, en una situación de completa desprotección normativa y en la mas profunda de las ilegalidades. Y el segundo, el escaso interés de la administración en destinar partidas a aquellas directrices que el PORN señalaba como creadoras de riqueza y aumento de rentas, esto es, desarrollo de cooperativas agrarias, ganaderas y de transformación, impulso al turismo rural y desarrollo de infraestructuras propias al disfrute y aprovechamiento respetuoso de la naturaleza. Supongo que a este modelo de hacer las cosas en Picos, es al que se refería el señor consejero cuando hizo tan llamativas declaraciones, o tal vez lo dijo por los 5,7 millones de euros, gran parte de ellos procedentes de fondos comunitarios, despilfarrados en la construcción de 57 depuradoras que no llegaron a funcionar mas de un mes por la inoperancia de la Junta al calcular su coste de mantenimiento. O igual lo hace, en referencia a la apertura indiscriminada de pistas destinadas a la gestión cinegética, forestal y a las concentraciones parcelarias, que únicamente benefician a determinadas empresas del sector y causan una dramática fragmentación del hábitat. Reforestaciones con especies alóctonas, o cientos de kilómetros de mallas y cercados de dudosa legalidad son otros de los logros de la Junta en Picos. Las consecuencias de tan esplendorosa gestión, no sólo se han reflejado en los bolsillos de las personas, sino también en un deterioro ecológico sin parangón durante los últimos años. La población de urogallo ha descendido en un 90% desde el año 1982 y en mas de un 45% desde la creación del parque, asediados por la verdadera superpoblación de jabalís y venados que habitan la zona. La población osera en Riaño contaba en el año 1995 con una presencia semipermanente de 7 machos que en el 2005 era de únicamente 3, con la esperanza, eso sí, de la concreción de algún grupo familiar en la frontera con Cantabria, casualmente en el área de San Glorio. Especies representativas de la calidad del hábitat como la perdiz pardilla y el desman de los pirineos han sufrido descensos dramáticos por la abundancia de jabalís y mal estado de las aguas respectivamente. A todo esto se suma, el nulo control poblacional de determinadas especies cinegéticas, que esta causando un aumento espectacular de la incidencia de enfermedades como la sarna o la brucelosis bobina. Este es el panorama que ha dejado en la comarca de Riaño tantos años de «acertada» gestión. ¿Por qué el pagano de todo ello tiene que volver a ser nuestro medio natural?, ¿es concebible desde el compromiso europeo entregar a la iniciativa privada un paraje de tal extraordinario valor ecológico, sin haber buscado antes alternativa alguna, el éxito de nuestros vecinos cántabros y asturianos en la dinamización económica de sus espacios naturales debe de ser el camino a seguir y tiene que servir para eliminar el mito de que no hay mas salida para estas montañas que la locura de San Glorio. La correcta aplicación de los planes de gestión de estas áreas Red Natura 2000 deben garantizar la conservación del oso y la promoción económica de la zona, el problema surge cuando estos Planes se mutilan, tergiversan o quedan en el olvido. San Glorio, ni cumple ni cumplirá nunca la normativa autonómica y europea, es algo que hay que decir de manera clara y diáfana, el impacto que se producirá sobre la población osera de estos valles y sobre su valiosa flora será simplemente crítico. El núcleo oriental de distribución de oso pardo es la población más amenazada de la especie a nivel mundial. Estos parajes constituyen un área esencial de alimentación para el plantígrado, por sus escuernacabrales, arandaneras, y pastos de altura e igualmente se trata del principal corredor de paso entre los subnucleos cántabros-palentinos y leoneses, en donde se concentran la mayor parte de los indicios y citas oseras de la comarca. La simple presencia de cientos o miles de personas en estos valles, infraestructuras aparte, ya es incompatible de por sí con el libre transito y natural evolución de la población osera y más aun ahora, que por fin en la parte cantabra de San Glorio parece haberse asentado un pequeño grupo reproductor. Si el señor consejero quiere convencernos de que miles de personas en estos dos valles, párkings a pie de pista y accesos por carretera hasta ellos no van a afectar a la supervivencia del plantígrado en esta área, es que simple y llanamente desconoce de lo que habla. En los últimos años, la Junta de Castilla y León está perdiendo de golpe toda la credibilidad medioambiental que se había ganado con anterioridad, hoy nadie confía en que la evaluación de este proyecto se realice de manera rigurosa y fiable, cuando se es juez y parte, señor Carriedo solo queda confiar en los vecinos europeos y en las lecciones de los de la Castellana. Es lamentable, que la persona que debiera velar en primera instancia por la adecuada gestión de nuestros recursos naturales, se haya convertido en más parte del problema que de la solución.

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