S. D. Ponferradina

EL 84 es ya el número mágico de la S. D. Ponferradina. Son los años de su historia como club, y el minuto en que Fran, zamorano y ex-culturalista, marcó el gol que valía el ascenso. No sé cómo define el calendario lotero, muy celebrado en Murcia y Alicante, al número 84. Pero desde últimas horas del domingo podría figurar en las señalizaciones que invitan a visitar Ponferrada, en el mástil de la plaza de El Reloj, en Lazúrtegui o rotulado en los lomos quemados del monte Pajariel. El 84 es el número y el 25 de junio de 2006 la fecha. Un día de cenizas. Alicante amaneció el 25 de junio como un brasero de cenizas tras las hogueras de la noche anterior. Y a las 7 de la tarde, en el Rico Pérez, se libraba el último choque abrasador para sentenciar qué equipo jugará la próxima temporada en la división de plata. Fue la S. D. Ponferradina la que encendió la hoguera, la que la avivó con soplos y alientos en la segunda parte, y acabó por purificar su historia de fuego al minuto 84. Vi el partido, retransmitido por la televisión regional y en lenguaje valençiá. Fue emocionante. Lo inequívoco no necesitó traducción: «¡Goooool de la Ponferradina!». Y diez minutos eternos después, la gloria. Lágrimas, júbilo, el delirio. La S. D. Ponferradina se ha convertido en el primer equipo provincial. Ha «humillado» a la Cultural Leonesa. Yo no lo lamento, sino que lo celebro. Lamento la temporada desquiciada y mezquina de la Cultural y celebro que el proyecto riguroso, serio y de futuro haya cuajado en Ponferrada. Me lo había profetizado el corregidor de Igüeña y portavoz del Consejo Comarcal, Laudino García. Me joden los profetas, pero cuando el domingo me llamó, minutos después de concluir el choque, sentí el abrazo quebrantahuesos. Una enorme emoción. Laudino García sostuvo con determinación que la Ponferradina ascendería antes que la Cultural. Al consumarse su profecía, quizá haya engordado algo más. Y el bañezano, criado en Astorga, Felipe Miñambres y entrenador del Alicante, adelgazado también algo más si es posible, hasta parecerse a aquel hilo de fibra cuando regateaba como extremo derecho. Ponferrada fue el domingo y ayer una fiesta. La inmensa mayoría, del Manzanal para acá, nos unimos a ella. El fútbol es una convulsión. Y la Deportiva ha logrado mover todos los estamentos públicos y sociales de la ciudad. Ya está en la división de plata. Ahora se le plantea el gran reto. Su presidente, José Fernández Nieto, Silvano, ha declarado que cuando accedió a la responsabilidad del club se marcó una trilogía de metas: sanear al club, subir a la Segunda División y construir una ciudad deportiva. Los dos primeros ya son pura muesca en su agenda. El tercero llegará. Pero yo me quedo con otra declaración, efectuada tal vez desde la euforia, de hacer una S. D. Ponferradina muy grande. ¿Por qué no, presidente?. Otras latitudes menores lo han logrado. Yo no siento la humillación de la Ponferradina pasando por encima de la Cultural. Al revés, me emociona. Ojalá aquí se tome buena nota de los ejemplos. Muchas felicidades a todos: Directiva, cuerpo técnico, jugadores y afición. Y a todos los ciudadanos de Ponferrada y de El Bierzo. El fútbol, una vez más, es como un anillo que le queda bien a todos los dedos.