EN POCAS PALABRAS
África llama desesperadamente
LA ESPERANZA de vida en el África subsahariana fue en 2005 de 45,9 años, cuando a principios de los noventa llegó a 50. Este dato estremecedor, que refleja la gravísima incidencia del sida en la región, ayuda a enclavar mejor la situación, a entender el fenómeno de la emigración masiva, que tanto nos afecta, y a proporcionar una dimensión del esfuerzo que el norte desarrollado debe llevar a cabo para frenar este vergonzante retroceso, que es la consecuencia más llamativa de la insolidaridad internacional. El problema de fondo, que es estructural, sólo se resolverá mediante un esfuerzo positivo y formal de la comunidad internacional, que ha de disponer recursos al efecto, transferir tecnología, abrir sus mercados y realizar una tarea de cooperación al desarrollo a largo plazo.