La culpa no es del conductor

29 de junio de 2006: el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recibe a todos los portavoces parlamentarios del Congreso para tratar de la comunicación que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hará a la Cámara para anunciar el próximo comienzo del diálogo entre el Gobierno de España y la banda terrorista ETA con el fin de lograr definitivamente la paz para España, en general, y Euskadi, en particular, poniendo fin a una pesadilla de sangre y muerte que ya dura desde hace 38 años. Confío en que el ministro logre un muy claro y decidido respaldo de los distintos grupos parlamentarios para afrontar con éxito el delicado proceso que ahora se abre, porque en modo alguno puede permitirse que de nuevo se frustren las expectativas de paz de todo un país, de todo un pueblo, y menos por los palos en las ruedas de algunos (y hablo del PP) quieran poner movidos por intereses puramente electorales que, sobre todo en una materia como ésta, sólo cabe calificar de mezquinos. No oculto (ni lo hago nunca al tratar sobre la política) que estoy afiliado al PSOE, que voté a zapatero en marzo de 2004 y que tengo la intención de volver a hacerlo en las próximas elecciones generales. Y es que José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado, en mi opinión, ser uno de los mejores presidentes que ha tenido nuestro país. Y ello por muchos motivos, ya sea la gran caída del paro, el superávit público o el progresivo aumento del salario mínimo, pero sobre todo, es el primer presidente bajo cuyo mandato los asesinatos etarras han brillado por su ausencia, lo cual puede ahora ser defin itivo. ¡Adelante, José Luis! David Maraña Fernández (León). Dicen ustedes, socialistas del comité local de San Andrés, refiriéndose a esta Junta Local del PP: «Lo suyo es la manipulación, la crispación de la vida ciudadana, la falta de estilo y la pérdida de formas». Bonita colección de tópicos que por sí solos no valen nada, ya que cualquiera los puede enunciar únicamente para pretender descalificar a cualquiera. Por ejemplo, lo mismo podríamos decir nosotros de ustedes; y lo decimos... ¿y qué? Ante juicios críticos tan gratuitos y carentes de originalidad, les preguntamos a ustedes «cabecillas exaltados»: ¿por qué no se han esforzado en indicar en qué hemos manipulado, en qué hemos crispado la vida ciudadana, en qué hemos faltado al estilo y en qué hemos perdido las formas? O si se esforzaron, ¿al no encontrar argumentos se conformaron con utilizar únicamente los tópicos retóricos y vacíos? No obstante, vamos a hacerles la gracia de comentarlos. Comenzamos con la gratuita imputación que nos hacen de «perder las forma». Y se nos evidencia que a ustedes miembros pseudodemócratas del Comité local de PSOE lo que les gustaría es suprimir a la oposición. Pero mucho cuidado, que eso es un «tic» dictatorial, que visto lo visto está muy extendido y radicado en su partido. O tal vez por aquello de las «formas políticamente correctas», les gustaría mantener como aparente oposición a un PP dócil, complaciente, acomplejado y claramente domesticado en su corralillo, que abandona el imperativo moral, jurídico y político de obrar en consecuencia con las convicciones que dicen tener. Déjense ustedes, los socialistas, de tonterías verbales y de pretender dictar cómo hemos de hacer la oposición en el Ayuntamiento de San Andrés, porque en esta materia sí que precisan ustedes una profunda y democrática lección radical en cuanto a cómo gobernar en cercanía y beneficio de los vecinos. Por lo que respecta al «bochornoso» acto de protesta de los vecinos ante el domicilio particular del alcalde, resulta que fue sencillamente la democrática manifestación de vecinos que llevaban siete años reclamando del Ayuntamiento que preside Miguel Martínez la atención y la solución para las inundaciones que sufrían en sus viviendas cuando se producía alguna tormenta. Siete años, sí; siete años de continuo sentimiento de desesperanza. Al final, descubrieron que si el alcalde no se aproximaba a ellos, serían ellos los que se aproximarían al alcalde. Y así lo hicieron, consiguiendo una eficacia y una diligencia del 100% pues el Ayuntamiento ya ha dispuesto los recursos para evitar las inundaciones en la calle Tomillo. Javier Gómez Vicente (San Andrés). Eduardo (Debate en la edición digital).