EN BLANCO
Valentín Yugueros
DESGRACIADAMENTE, tenían toda la razón del mundo Asterix y su pandilla de amigos de la irreductible aldea gala: el cielo acabaría por caernos sobre las cabezas. Porque así de repente, casi sin tiempo para hacernos a la idea, se nos jubila Valentín Yugueros, el hombre que ha gestionado durante los últimos 32 años los destinos de la Biblioteca Regional con la serenidad de un maestro zen. Vivimos en un mundo que está en caída libre, donde la información y el supuesto conocimiento circulan a toda pastilla y sin frenos por las autopistas de la información globalizada, así que existe cierto consenso generalizado a la hora de considerar como material de derribo a las cada vez más obsoletas bibliotecas. No es el caso del depósito de cultura y pasiones milenarias, además de muy leonesas, que ha sido casa común para un grupo de investigados y entusiastas de la historia menuda que elegimos el selecto reino de Valentín como nuestro segundo hogar. Gobernando el cotarro todo un apóstol de la humildad y el buen rollito, que así como de pasada nos ha enseñado algunas verdades sobre la condición humana. Sin ir más lejos, las muchas virtudes de discurrir por este valle de lágrimas bajo la divisa de las tres «p»: paciencia, prudencia y perseverancia. Llegado el momento del jubileo, definición repipi del pase a la reserva, conviene recordar que el señor Yugueros es un escultor de postín, becado en Roma y con amplia obra repartida por este plató llamado León. Ahora mismo sus hijos espirituales estamos jorobados, como diría Quasimodo, pero a la vez alegres por despedir a un hombre que tiene el corazón tallado en diamante puro.