Cinismo grueso

LAS PERSONAS normales debemos pensar qué clase de personas son esas que aún consideran la guerra como una forma de dominar. Mientras los ocho mandatarios de los países más ricos en San Petersburgo, para hablar de cómo garantizar su riqueza, las bombas caían sobre las personas inocentes del Líbano y de Palestina. Al mismo tiempo, de la boca de Bush, con la complicidad de los ocho salía, con un cinismo grueso y torpe, salía el mensaje insultante de siempre: «Israel tiene derecho a defenderse». Señor Bush: esas simplezas no sólo humillan a la humanidad y a la mayoría de los ciudadanos, sino que denotan el bajo nivel intelectual y moral de quién las hace. Los casos complejos no se resuelven con simpleza y menos con bombas. Si un grupo secuestra a dos soldado, sean judíos o no, la solución no es entrar a bombazos en un país. La guerra es cosa de bárbaros, y los bárbaros son irracionales. El ejército de Israel, además de matar a las personas inocentes, que ya es el límite de la barbarie, deja la ciudad sin luz, sin agua, sin carreteras, sin carburantes, sin alimentación, sin transporte. O sea, inhabitable. O sea, preparada para hacer negocio en la reconstrucción. Ante la irracionalidad de los dirigentes del Gobierno del Gobierno de Israel, los libaneses hacen la siguiente pregunta: ¿Por qué nos hacen esto? ¿Qué culpa tenemos nosotros y nuestros hijos? En el contexto de la opinión, Javier Solana, Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, es un campeón. Pero en el contexto de las soluciones es nulo, está a las ordenes de los actores de la Casa Blanca, que no defienden otra cosa que sus millones de dólares y su orgullo. Demasiado primitivos, para liderar el mundo. La Comunidad Europea, -claro, sin Solana y sin Barroso- tiene que tomar la iniciativa y hablarle de tú a tú a EEUU, no limitarse a obedecer. El Consejo de Seguridad de la ONU, aunque tarde, propone mandar fuerza de interposición y el Gobierno de Israel lo rechaza. ¿Por qué?. La respuesta está clara: quieren seguir matando, quieren su paz, a través de la guerra. Se equivocan. No es que del otro lado no haya irracionalidad, pero ni la conducta de Israel ni de EE.UU. es defendible, porque la guerra no conduce a ninguna parte. Tampoco se entiende por qué, desde el PP, se le ataca a Rodríguez Zapatero por pedirle a Israel que pare. Creo que la mayoría de los españoles están hartos de que Israel no respete lo que se acuerda en la ONU. ¿Es que los dirigentes del PP no aprendieron de la experiencia de las Azores?. ¡Esto se llama tropezar dos veces en la misma piedra...!