Los verdaderos rehenes

PARA entender medianamente lo que está sucediendo en toda la región de Oriente Medio, cuyo último episodio es la reentrada del ejército israelí en el Líbano, deberíamos contemplar el panorama estratégico completo como resultado del conflicto árabe-israelí. A este enfrentamiento han renunciado ya varios países árabes, Jordania, Egipto, Kuwait y Qatar; otros, como Sudán, Argelia, Libia y Marruecos están a la expectativa; pero en cambio, los países beligerantes con Israel, Arabia Saudí, Irán y Siria, no dan tregua y de una u otra forma apoyan la lucha armada y el hostigamiento terrorista a los judíos. Finalmente están los verdaderos rehenes, países donde se libran combates para evitar que se instale una democracia islámica que pueda poner en paz los territorios que atacan con bombas, causando el sufrimiento de la población civil, ajena a esta lucha. Los verdaderos rehenes son estas poblaciones, en Palestina, en Afganistán, en Irak y ahora en el Líbano. Las cuatro comunidades sufren a diario las consecuencias de la guerra en la que los muyaidines islamistas luchan contra todos. Pusieron bombas en los países islámicos, Pakistán, Indonesia, Jordania y Marruecos; así pues, no son atentados contra occidente, atacan regímenes que no participan de la Yihad islámica (guerra santa). Pero donde estratégicamente se han abierto los frentes de guerra, esa guerra incierta y global, porque la pueden llevar a cualquier parte, se refleja en las noticias que publican los diarios. Los ataques a Israel son el pretexto para mantener encendida la llama de esa lucha que apoyan los regímenes donde precisamente no se ponen bombas. Esto los delata ¿De dónde obtiene Hezbolá tanto dinero para sus misiles y artillería pesada?.Mientras Al Qaeda mantiene los frentes de Afganistán e Irak, para que no se consoliden regímenes islámicos democráticos, es decir los no revolucionarios, en Palestina y el Líbano otros hacen lo mismo; por eso, podemos decir que estas comunidades islámicas son los verdaderos rehenes.