Pirómanos, causas y consecuencias

CON EXTRAORDINARIA frecuencia, las crónicas de los incendios forestales aportan el estremecedor dato de la voluntariedad. Los psiquiatras afirman que el síndrome del pirómano es muy poco frecuente, por lo que habrá que pensar que la mayoría de incendiarios actúa por móviles concretos que al parecer son difíciles de identificar. Si se exceptúan las venganzas, sólo quedan las motivaciones económicas, la conversión de bosques en terrenos de pastos o en zonas urbanizables... Pero todo se mantiene enigmáticamente oscuro, como si diera miedo averiguar lo que realmente ocurre y publicarlo. ¿No valdría la pena investigar a fondo estas cuestiones para llegar al origen de esta sobrecogedora actividad incendiaria que nadie se termina de explicar?