TRIBUNA
Una renta básica para Europa
LA ASOCIACIÓN Renta Ciudadana (Arenci) desea trasladar a la consideración de los lectores un acontecimiento que puede dar nuevo rumbo a la economía europea. Marcin Libicki, presidente de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, nos comunica la admisión a estudio de nuestra propuesta de establecer una Renta Básica Europea orientada a llenar de contenido la «Economía social de mercado» (petición 112/2006). La carta, con fecha 30/06/2006, va dirigida a don Ramiro Pinto Cañón, encargado de relaciones institucionales y responsable de la campaña de Arenci hacia el mundo político e institucional. Pedimos que se establezca como derecho de ciudadanía el recibir una Renta Básica que garantice a todos los europeos la subsistencia económica, independientemente de su situación laboral o de cualquier otra circunstancia. Ser ciudadano residente en la zona euro daría el derecho a recibirla. Nuestra propuesta parte de la realidad económica y su dinamismo y no se fundamenta desde postulados ideológicos o éticos. Sin embargo, encaja con algunos planteamientos de Hans Küng sobre una «ética mundial» para la economía y la política; además, es acorde con el ideal de «bienser» por encima del «bienestar» meramente material, tal como propone la Nueva Escuela de Salamanca (Esthética Originaria) fundada por el leonés Santiago Pérez Gago. La base está en el libro de Ramiro Pinto Cañón: Los fundamentos de la Renta Básica y la «perestroika» del capitalismo (Madrid: Entimema, 2003). Dicha renta deberá correr a cargo de las arcas europeas y ser técnicamente gestionada por el Banco Central. La cantidad a percibir, individual y mensualmente devengada, deberá modularse según la edad del perceptor y será una constante al compás del PIB que se establece en el umbral de la pobreza (el 50% de la renta media del área geográfica de referencia, 421 ¿ para la zona euro en diciembre de 2003). La Comisión de Empleo y Asuntos Sociales y la Comisión de Presupuestos estudiarán la idea. La Renta Básica fue presentada en 1986 por los filósofos belgas Philippe Van Parijs y Robert J. Van der Veen (Universidad Católica de Lovaina). Se estudia en círculos selectos universitarios. Forman parte de ellos economistas como Daniel Raventós y Rafael Pinilla, o el incansable José Iglesias, inventor del término «Renta Básica». La transferencia de los resultados de estas investigaciones a los ciudadanos es fundamental para que reviertan en el avance de la sociedad. Esto pretendemos, de lo contrario, aquéllas seguirán careciendo de pragmatismo y la Renta Básica sin servir para nada por falta de aplicación. El PSOE trasladó a la opinión pública que concurriría a las elecciones generales de 2004 con la «Renta Básica de Ciudadanía» como propuesta estrella (Diario de León, 12-6-2001). Pero no fue así. Hoy, un grupo de ciudadanos sin militancia partidista reclamamos al PSOE «fuerza y honor» para llevar el tema a los parlamentos. Pienso que el nuevo enfoque de Ramiro Pinto permite rescatarla del olvido y superar las objeciones razonables del Partido Popular, que no tardó en calificar aquella propuesta como medida demagógica e inaplicable. Agradecemos a quienes nos han escuchado y dado opinión en este trayecto hacia Europa. Doña Carme García, diputada nacional del grupo Izquierda Verde (IU-ICV), nos abrió la vía institucional. Es trabajadora social y muestra gran sensibilidad ante la «dependencia económica» de parados, mujeres y jóvenes. La eurodiputada del PSOE doña Elena Valenciano nos brindó su cálida acogida y el asesoramiento burocrático necesario en Bruselas. Por lo general, encontramos más interés y receptividad en los políticos de ámbito europeo que en los de nivel local y autonómico. Las mujeres han ayudado de manera decisiva mientras que los hombres casi siempre han preferido no arriesgar en la novedad. ¿Será cuestión de «género»? Hemos coincidido con otros políticos en la difusión de la idea, si bien Arenci sigue siendo independiente de cualquier confesión política o religiosa. Tampoco pedimos el voto para nadie. Aprovecho para recordarles que nuestra propuesta, muy distinta de aquélla del PSOE, tiene también fundamento liberal y está abierta a todos, no importa de qué filiación política democrática. Por consiguiente esperamos que el Partido Popular y la fundación FAES entren sin recelos al estudio de la misma y nos den su parecer, cosa que agradeceremos. ¿Renta básica en el «Área atlántica de prosperidad» propuesta por el Expresidente don José María Aznar? ¿Por qué no? La inquietud europeísta forma parte de nuestra entraña más íntima como asociación. Nos identificamos con la construcción europea desde parámetros sociales innovadores. Animamos a participar en este empeño de poner al día el «espacio social europeo». Proponemos una auténtica «revolución europea», regeneradora de esperanzas a partir de una base económica común para todos los ciudadanos de la Unión. La Renta Básica establece una igualdad capaz de dinamizar la economía desde la base, garantiza la igualdad de oportunidades como punto de partida, no así la igualdad de resultados pues, en el mercado, es producto de factores diversos. Nuestra propuesta incluye el modo de financiar dicha renta a través de una Tasa Renta Básica, compatible con la homologación del IVA y con la idea de implantar un impuesto europeo sobre la especulación que sirva para financiar las instituciones europeas y dicha Renta. Se fundamenta en tres pilares: adaptación a la globalización; paso de la asistencia social para pobres a derechos ciudadanos universalmente garantizados; y desarrollo sostenible. Esto choca con planteamientos ortodoxos, inflexibles e inmovilistas de casi todo el espectro político. Pues, en relación con los objetivos de la agenda de Lisboa, nos parece más fácil y rentable (desde el punto de vista económico) erradicar la pobreza en Europa antes que intentar alcanzar el pleno empleo por caminos al uso, empantanados en el fracaso más pertinaz. Con Renta Básica se eliminaría el sinsentido del sufrimiento por miedo al despido, y el enorme coste de oportunidad que supone la lucha por mantener miles de empleos innecesarios en la banca, la minería, la siderurgia, o en ciertos sectores de la administración. ¿Hasta qué punto serían justificables huelgas como la del aeropuerto del Prat? La Unión Europea puede dar, si hay voluntad política, una respuesta sencilla a las necesidades más elementales de la gente sin necesidad de salvar el presunto escollo del empleo.